Energía

Reino Unido desvela las causas del apagón en Heathrow: un incendio y la falta de mantenimiento en una subestación

  • El operador independiente Neso responsabiliza a National Grid del suceso
El aeropuerto de Heathrow

El informe final elaborado por el operador del sistema energético británico (NESO), encargado por el Gobierno y el regulador Ofgem, concluye que un fallo no corregido desde 2018 en un transformador y la ausencia de medidas preventivas desencadenaron el grave apagón que dejó sin suministro eléctrico a más de 71.000 usuarios en el oeste de Londres, incluido el aeropuerto de Heathrow, el pasado 20 de marzo.

La avería se originó en la subestación de North Hyde, donde un transformador de superred (SGT3) sufrió una explosión e incendio tras un cortocircuito provocado por humedad acumulada en uno de sus terminales de alta tensión. El fuego dañó otros transformadores adyacentes, dejando fuera de servicio toda la subestación y provocando la desconexión de una amplia zona urbana, además de parte de la red eléctrica interna de Heathrow.

El informe revela que National Grid Electricity Transmission (NGET), responsable del activo, detectó en 2018 un nivel crítico de humedad en el transformador afectado, que según su propia normativa exigía su reemplazo inmediato. Sin embargo, esa advertencia quedó registrada sin que se adoptaran medidas. Varios intentos de llevar a cabo el mantenimiento fueron aplazados durante años, mientras el sistema de extinción automática de incendios de la subestación llevaba fuera de servicio desde 2022, sin repararse.

"El sistema de gestión de activos y de riesgos falló en varios niveles", señala el documento, que advierte sobre la falta de una evaluación integral del riesgo acumulado en instalaciones críticas como North Hyde, donde confluyen equipos obsoletos, falta de mantenimiento y protecciones inoperativas.

Heathrow, a pesar de contar con tres puntos de suministro eléctrico independientes, no pudo evitar la interrupción de sus operaciones porque su red interna no permite la transferencia automática de carga. La reconfiguración manual del sistema requirió más de seis horas. Ni NESO ni los operadores conocían el grado de vulnerabilidad del aeropuerto ante la pérdida de una sola línea de alimentación.

El apagón coincidió con la creciente preocupación por la seguridad energética en Europa tras los recientes sabotajes a infraestructuras en otros países. Aunque el incidente fue finalmente atribuido a causas técnicas, ha servido como advertencia sobre la fragilidad del sistema en enclaves estratégicos.

El informe propone doce recomendaciones para reforzar la resiliencia del sistema eléctrico británico. Entre ellas destacan la mejora de los controles en la gestión de activos, la actualización de las evaluaciones de riesgo, la incorporación de tecnologías de monitorización en tiempo real y el establecimiento de protocolos claros entre operadores de red e infraestructuras críticas. También insta al Gobierno a actualizar el marco regulatorio y clarificar las competencias en seguridad eléctrica.

NESO y NGET ya han iniciado planes para reponer los transformadores dañados y rediseñar la subestación de North Hyde, con el objetivo de reforzar las barreras físicas y espaciar los equipos. La nueva configuración, prevista para 2026, busca evitar que una única avería vuelva a provocar un colapso en cascada.

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