
Cataluña mete sexta en el campo del almacenamiento tras años de noes a las plantas renovables. La Generalitat tramita en estos momentos casi un centenar de proyectos que en total suman una potencia conjunta de cerca de 1.000 megavatios (MW), según datos facilitados por el Departamento de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica a elEconomista.es.
Para entendernos, 100 MW de capacidad ocuparían una superficie equivalente a diez Camp Nous. De este modo, actualmente, hay un volumen de proyectos sobre el papel que llenarían diez estadios del FC Barcelona. Además, para hacer el símil con una instalación de generación renovable, 100 MW solares fotovoltaicos serían dos campos de fútbol.
Los datos del Govern muestran que el 74% de los proyectos se plantea en la provincia de Barcelona (ver gráfico). En potencia se traduce a los 878 MW sobre un total de 977,2. La tipología que prima la que no tiene hibridación, es decir, una batería que no está vinculada a un parque eólico o solar. La región se ha convertido en la primera del país en legislar las instalaciones de almacenamiento: la nueva normativa introduce por vía de urgencia medidas reguladoras de las instalaciones de baterías con una potencia superior a los 500 kilovatios (kW).

"Hay un antes y un después de este Decreto ley. Así de trascendente es. Por primera vez se asume el liderazgo político frente ante la necesidad de desarrollar almacenamiento, que es una pieza clave del engranaje del nuevo mix energético. No podemos desarrollar más renovables si no incluimos el almacenamiento. Es como si estamos construyendo motores de coches y no construimos las ruedas. El almacenamiento es un elemento esencial. Pero hay que tener coraje político para dar el paso hacia adelante. Y el Decreto ley catalán es impecable", apunta Luis Marquina, presidente de la Asociación Empresarial de Pilas, Baterías y Almacenamiento Energético (Aepibal), en conversación con este medio.
Permisos de conexión
En la actualidad, Cataluña también es la comunidad autónoma con más permisos de generación concedidos para conectar proyectos de almacenamiento stand alone (sistemas que pueden usarse de forma independiente) a la red de transporte. Por su parte, los permisos parala red de distribución, que no necesitan informe de aceptabilidad y están en manos de las compañías privadas, no se conocen. La red eléctrica catalana tiene una gran capacidad disponible derivada del bajo desarrollo de proyectos renovables en la región, entre otros factores. No obstante, desde el Govern también están acelerando para atraer a promotores de plantas renovables y uno de sus principales objetivos es agilizar las tramitaciones. Bajo este escenario, la Generalitat ha declarado de interés público superior tanto lo proyectos de almacenamiento como de generación renovable.
Marquina apuesta por la instalación de baterías en "espacios racionales y que tengan sentido", sobre todo junto a las subestaciones eléctricas. "El almacenamiento ocupa espacios muy pequeños y en 5.000 metros cuadrados caben casi más de 100 MW", apunta. No obstante, es consciente de que existe el riesgo de que el rechazo social vivido años atrás en la comunidad contra los proyectos de generación también se extienda ahora a las baterías. "No obstante, es mucho más fácil de trabajar porque no tiene ningún sentido ir en contra del almacenamiento, ni por el espacio que ocupa, ni por el impacto visual, ni por la química que contiene. Los argumentos contra el almacenamiento son muy acientíficos y, por lo tanto, son muy difíciles de combatir", argumenta el presidente de la patronal.
Por otro lado, señala que las medidas que de momento apunta el Decreto ley tienen que verse reforzadas a nivel nacional con otras "de excepcional importancia" como es considerar el almacenamiento como una herramienta de flexibilidad, es decir, que no ocupe capacidad en la red eléctrica. "Esto permitirá liberar capacidad disponible para que aumente la demanda real de economía real. En estos momentos hay 120 GW de capacidad de demanda solicitados y el 40% de esa demanda es industria que quiere electrificarse o nueva industria que quiere instalarse en España. Este cambio regulatorio está en manos de la CMNC y creemos que va por muy buen camino, y este año esperamos avances importantes en ese sentido", argumenta. Desde la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) apuntan que la nueva normativa en Cataluña es transversal, técnica y sin contenido ideológico. Para impulsar las mejores prácticas en las instalaciones de almacenamiento energético, UNEF ha desarrollado un Sello de Excelencia en este campo que se presentará el 19 de junio en Barcelona.
Mayor estabilidad al sistema
Desde el Govern subrayan que las baterías reducen el riesgo de apagón y que, en caso de caída de la red, pueden funcionar en isla, permitiendo que el consumidor siga disponiendo de electricidad y contribuyendo a la rápida recuperación del suministro. Bajo este escenario, la Generalitat ha considerado "imprescindible" definir su tramitación urbanística y energética para esclarecer el marco normativo y dotar a los promotores de proyectos de una mayor seguridad jurídica. De esta manera, las empresas desarrolladoras, los ayuntamientos y la ciudadanía dispondrán de una regulación que desvanecerá cualquier duda respecto a cómo tramitar este tipo de instalaciones y que permitirá acelerar su implementación con plenas garantías para todos los actores.
Por su parte, desde el sector indican que la imprevisibilidad e intermitencia de las energías renovables, hace que cada vez sean más necesarios mecanismos de ajuste que permitan casar la generación eléctrica con la demanda, evitando el aumento de los vertidos -electricidad que se desperdicia-, y para ello es necesario disponer de sistemas de almacenamiento. Las baterías permiten no solo desplazar la energía de las horas valle a punta, sino dar servicios de flexibilidad y capacidad firme al sistema.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) contempla un objetivo de 22,5 gigavatios (GW) de capacidad de almacenamiento en España para 2030, aunque en su mayoría se tratará de almacenamiento hidráulico, específicamente a través de sistemas de bombeo reversible. Esto también contribuirá a la reducción de la dependencia energética del exterior.