
LC Paper consigue poner en marcha el autoconsumo solar fotovoltaico de sus instalaciones productivas de Besalú/Beuda (Girona) tras más de una década de 'lucha' administrativa. La planta, con una potencia de 4,3 megavatios pico (MWp), es la más grande de la provincia y uno de los mayores autoconsumos industrial de toda Cataluña. El camino hasta la inauguración no ha sido fácil y ha supuesto un desesperante proceso burocrático para el fabricante de papel tisú y kraft, que la ha levantado en colaboración con la filial española del conglomerado Volta Solar/Tadiran.
En concreto, el parque fotovoltaico era el expediente "0000001" de la FUE (ventanilla única de la Generalitat) en el ámbito de tramitación de energías renovables t su vida administrativa se remonta a 2015. En primer lugar, primero la empresa trató de darle encaje bajo el marco legal vigente en aquel momento, pero se topó con la necesidad de que la planta fuera "contigua" a la factoría en el sentido estricto -hay una autovía de por medio que lo impide-. Por su parte, bajo el nuevo marco jurídico de renovables que se aprobó en 2019, LC Paper presentó el mismo proyecto y acudió a la Ponencia de Renovables (con silencio positivo a favor del promotor), pero descarriló por la oposición del sector agrícola. Tras acudir al Sindic de Greuges en protesta, se acabó desbloqueando el proyecto, pero tras tantos años de tramitación la compañía se encontró con que el pliegue técnico estaba obsoleto y el promotor original había entrado en quiebra.
De este modo, tuvo que rehacer el proyecto, volver a licitarlo y obtener la licencia de obras municipal, lo cual lleva hasta ahora. "Esperamos que este proyecto, que en nuestra opinión demuestra un alto grado de integración paisajística y compatibilidad con el sector primario, pueda romper algunos de los tabús particularmente presentes en nuestra zona y consiga que los proyectos similares que estén por venir tengan un camino algo menos accidentado", señala Pau Vila, Director General de LC Paper, en conversación con elEconomista.es. No obstante, la firma lleva consumiendo electricidad 100% renovable desde 2017.
Cuatro millones adiciones en 2025
También desde ese año dispone de una caldera de biomasa para generar energía térmica a partir de los residuos de la limpieza de bosques de proximidad. Además, en 2022, adaptó el circuito industrial para poder procesar biometano procedente de la fermentación de residuos ganaderos. Este año invertirá cuatro millones adicionales, dos son la continuación del PERTE de Economía Circular y otros dos irán a la ampliación del centro productivo de Fornells de la Selva, fábrica puesta en marcha en 2023.
"Este proyecto representa un paso clave en nuestra apuesta por una producción completamente descarbonizada. Nos satisface especialmente haber culminado el proyecto con éxito considerando la compleja y larga tramitación de este, de casi diez años. En este nuevo escenario, operamos con mayor independencia energética y logramos la reducción de nuestra huella ambiental de forma directa y trazable, a diferencia de otros planteamientos como los certificados de origen. Deseamos que este hito permita romper algunos de los tabús alrededor de las energías renovables en nuestro entorno local y abra paso a desarrollos administrativos más fluidos para las industrias que vienen detrás", subraya Vila.
Por su parte, Eran Tal, consejero delegado de Volta Solar, celebra el acompañamiento a LC Paper en su transición energética. "Confiamos en que este sea solo el primer hito de una estrategia más amplia, que incluya soluciones como el almacenamiento energético para reforzar la estabilidad y garantizar un suministro continuo en sectores de alta demandas", indica.
Industria familiar fundada en 1881
LC Paper es una industria familiar fundada en 1881. En sus tres centros ubicados en Besalú/Beuda, Fornells de la Selva y Sarrià de Ter, la empresa produce cerca de 50.000 toneladas de papel tisú, kraft y productos derivados cada año. La empresa reportó una facturación consolidada de 55 millones de euros en 2024, la mayor parte de los cuáles corresponden a la venta de calidades de nicho que destacan por sus planteamientos sostenibles en origen de fibras, energía de origen renovable, bajo consumo de agua y gestión ética de la cadena de valor.
La sociedad consiguió beneficios en 2023 y presentará también beneficios superiores a 1,4 millones de euros en 2024, así como un ebitda (resultado bruto de explotación) superior a los cinco millones de euros, según datos facilitados a este miedo. Hay que señalar que el sector pasa por un momento complicado en toda Europa y España, pero particularmente en Cataluña, donde se produjeron tres cierres en 2024: Guarro-Casas Gelida, Iberboard (Alcover) con concurso de acreedores y liquidación, y RDM Castellbisbal. También J.Vilaseca se ha visto obligada a reestructurar deuda.