La presión de los accionistas, el aumento de los costes de capital, la incertidumbre en los mercados y factores geopolíticos como la guerra de Ucrania, están detrás del giro estratégico que algunas de las principales empresas petroleras y gasistas a nivel mundial están realizando en los últimos tiempos, incrementando significativamente sus inversiones en la exploración y producción de hidrocarburos.
Este cambio de enfoque, donde el petróleo y el gas están recuperando protagonismo en detrimento de las energías limpias, supone, en opinión de los expertos, un retroceso en el cumplimiento de los compromisos climáticos para frenar el calentamiento global del planeta, al haber priorizado las compañías sus beneficios en el corto plazo por encima de sus estrategias climáticas.
Una de ellas es la británica bp. La energética anunciaba el pasado 26 de febrero un reajuste estratégico en sus inversiones, "reduciendo y reasignando el gasto a nuestras empresas de mayor rentabilidad para impulsar el crecimiento, buscando incansablemente mejoras de rendimiento y eficiencia de costes y, todo ello, con el objetivo de generar valor a largo plazo para los accionistas", tal y como señaló su consejero delegado, Murray Auchincloss.
La compañía, que mantiene su objetivo de cero emisiones netas para 2050, incrementará un 20% su inversión en petróleo y gas hasta los 10.000 millones de dólares anuales, aumentará su producción de crudo entre 2,3 y 2,5 millones de barriles diarios hasta 2030, reestructurará la cartera downstream para impulsar su crecimiento y hará desinversiones por valor de 20.000 millones de dólares hasta 2027, incluyendo la incorporación de un socio en Lightsource bp y su posible desinversión en su marca de lubricantes Castrol.
En los últimos meses, bp ha completado el primer cargamento de GNL desde la Fase 1 del proyecto GTA en África, ubicado en la frontera entre Mauritania y Senegal, para su exportación a los mercados mundiales, que supone el tercer gran proyecto upstream que bp inicia este año y el primero de los diez proyectos previstos para finales de 2027. La compañía también ha anunciado un descubrimiento de petróleo en aguas profundas del Golfo de América, el inicio de la producción de un proyecto de gas en Chile, la venta de su negocio de movilidad en Austria, así como la venta a Apollo Funds de una participación en el gasoducto TANAP por 1.000 millones de dólares.
Este aumento de la inversión en hidrocarburos, se contrapone con el gasto que bp ha decidido destinar a su negocio de transición energética, que se limitará a entre 1.500 y 2.000 millones de dólares, lo que supone unos 5.000 millones de dólares anuales menos que la previsión anterior. La compañía ha señalado que invertirá de manera selectiva en biogás, biocombustibles e infraestructuras de carga de vehículos eléctricos, así como en asociaciones con poco capital en renovables, a la vez que hará inversiones focalizadas en hidrógeno.
A pesar del cambio de estrategia, los resultados de bp en el primer trimestre de 2025 han marcado en negativo. La petrolera ha registrado un beneficio subyacente por costes de reposición de 1.380 millones de dólares, que supone una caída de más del 49% respecto a los 2.700 millones alcanzados en el primer trimestre del año anterior. En lo que va de año, la energética ha caído en bolsa un 13% (un 30% en los últimos doce meses), circunstancia que podría seguir sucediendo por la decisión de la OPEP+ de aumentar la producción de petróleo. Además, la caída del precio del oro negro ha rebajado un 32% las estimaciones de beneficio de bp para finales de 2025.
Rumores de una posible fusión
Shell es otra de las grandes petroleras que ha decidido ampliar su apuesta por los hidrocarburos. El pasado 25 de marzo, la compañía anglo-holandesa presentó los pasos de su nueva estrategia, "con el objetivo de seguir generando más valor con menos emisiones, a la vez que recompensamos a nuestros accionistas", tal y como señaló Sinead Gorman, director financiero de Shell durante la presentación.
El nuevo plan pretende reforzar la posición de la compañía en el negocio del GNL para convertirse en líder a nivel mundial, aumentando las ventas un 4-5% anual hasta 2030; incrementar la producción del negocio combinado de upstream y gas integrado en un 1% anual hasta 2030, crecer en los negocios de movilidad y lubricantes de alto rendimiento e impulsar negocios rentables y escalables en sus plataformas con bajas emisiones de carbono.
El anuncio de la nueva estrategia no se ha alejado mucho en el tiempo de los rumores sobre la posible compra de bp por parte de Shell. La compañía anglo-holandesa estaría estudiando esta adquisición con sus asesores, aunque aún no se ha presentado ninguna oferta. Según UBS Group, la fusión de las dos petroleras crearía un gigante energético con una producción de petróleo y gas de casi cinco millones de barriles de petróleo equivalente al día.
En los primeros meses del año, la compañía que lidera Wael Sawan ha anunciado importantes logros. Ha aumentado su participación en la plataforma Ursa en el Golfo de América, ha completado la venta de su participación en Singapur Energy y Chemicals Park, así como la adquisición de Pavilion Energy para fortalecer su posición en GNL, ha invertido en un proyecto de aguas profundas en Brasil y ha reiniciado la producción en el yacimiento Penguins en el Mar del Norte británico. Además, la compañía ha iniciado un programa de recompra de acciones por valor de 3.500 millones de dólares que espera completar antes del segundo trimestre del año.
Estrategias ambiciosas en el medio plazo
TotalEnergies: Su estrategia se centra en incrementar la producción de petróleo y gas (principalmente GNL) en un 3% anual hasta 2030, aunque también seguirá invirtiendo en activos renovables, así como en biocombustibles, biogás e hidrógeno.
Equinor: La compañía seguirá invirtiendo en proyectos upstream, aunque también se centrará en el desarrollo de renovables. Equinor y Shell han anunciado su intención de unificar sus activos británicos de petróleo en Reino Unido para crear una firma independiente que sería la mayor productora del Mar del Norte.
ExxonMobil: Aumentará su gasto anual hasta los 33.000 millones de dólares entre 2026 y 2030 para aumentar su producción de petróleo y gas en un 18%.
Chevron: Ha completado una ampliación en el yacimiento petrolífero de Tengiz (Kazajstán) y ha aumentado la producción en la Cuenca Pérmica en un 12% interanual.
