Energía

La Comisión Europea abronca a Francia por la falta de interconexiones con España

  • Bruselas reclama a Aagesen impulsar el almacenamiento y la flexibilidad del sistema
  • Pide mejoras en eficiencia energética para edificios residenciales y públicos
  • Reclama robustecer el seguimiento de la pobreza energética
Ursula von der Leyen

La Comisión Europea ha emitido sus recomendaciones sobre el marco de la evaluación de los Planes nacionales de energía y clima (PNIEC) actualizados, con el objetivo de alcanzar los compromisos climáticos y energéticos de la UE para 2030. En el documento, presentado hoy, Bruselas abronca a Francia y le pide que avance decididamente en las interconexiones eléctricas con España, consideradas críticas para la integración del mercado energético europeo.

En la misma línea, la Comisión considera que los objetivos franceses para renovables (aunque mejorados respecto a versiones anteriores del plan) siguen siendo insuficientes para cumplir con la contribución esperada. Insta a Francia a adoptar medidas más contundentes para acelerar el despliegue de renovables, en especial la eólica terrestre y marina, así como la solar.

Asimismo, Bruselas considera en su análisis sobre el PNIEC francés que no presenta una senda suficientemente ambiciosa en eficiencia energética. Se recomienda reforzar las políticas para la renovación energética de edificios y la mejora del rendimiento energético del parque inmobiliario existente, y hacer un uso más efectivo de los instrumentos financieros disponibles.

Bruselas valora también el PNIEC español y destaca el papel de nuestro país como hub energético europeo, especialmente en el contexto de la diversificación del suministro de gas y anima al Gobierno a seguir desarrollando la infraestructura eléctrica y gasista, incluyendo interconexiones con Francia y Portugal, y a mejorar la flexibilidad del sistema energético, especialmente mediante el almacenamiento y la respuesta de la demanda.

Para Bruselas, España presenta un alto nivel de ambición y en general cumple con los objetivos establecidos a nivel comunitario en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, eficiencia energética y energías renovables. La Comisión considera que el plan actualizado es coherente con el objetivo nacional de neutralidad climática en 2050.

España mantiene un objetivo elevado en cuanto al despliegue de renovables, con una meta del 48,1% de energía renovable en el consumo final bruto para 2030. Se valora positivamente el desarrollo del hidrógeno renovable y la planificación en sectores difíciles de descarbonizar. Sin embargo, se recomienda detallar más las medidas para facilitar acuerdos de compra de energía (PPAs) y acelerar los procedimientos de autorización.

Aunque España propone una senda ambiciosa, la Comisión señala la necesidad de reforzar las medidas para mejorar la eficiencia energética en edificios, especialmente públicos y residenciales. Se insta a concretar los mecanismos para financiar las renovaciones profundas y garantizar la implementación efectiva de la Directiva revisada de eficiencia energética.

En opinión de la Comisión, España ha avanzado en la definición y detección de situaciones de pobreza energética, pero se recomienda establecer metas concretas de reducción y un marco más robusto de seguimiento e indicadores. También se destaca la importancia de alinear los mecanismos de apoyo con los objetivos climáticos, evitando el mantenimiento de subsidios a combustibles fósiles. Se recomienda mejorar el análisis de los impactos sociales de la transición energética, especialmente en regiones dependientes del carbón o sectores vulnerables. También se insta a España a integrar mejor las medidas sociales en el marco del futuro Plan Social Climático.

Aunque se identifican inversiones importantes, la Comisión pide mayor detalle sobre las necesidades de inversión, su distribución entre sectores, y la combinación esperada de financiación pública y privada. Asimismo, insta a fortalecer los mecanismos para movilizar inversión privada, especialmente en renovables, rehabilitación de edificios y tecnologías limpias.

La Comisión destaca la necesidad de que España incremente su esfuerzo en I+D+i en tecnologías limpias y desarrolle capacidades industriales en cadenas de valor estratégicas (como baterías, renovables marinas, y fabricación de componentes clave), así como habilidades digitales y verdes.

Bruselas valora positivamente el proceso participativo llevado a cabo, pero se solicita más información sobre cómo se integraron las aportaciones recibidas. Se anima a reforzar la cooperación transfronteriza, especialmente en proyectos comunes con Portugal y Francia.

Y, por último, pide reforzar las medidas de adaptación en el sector energético, incluyendo un análisis más detallado de los riesgos climáticos sobre infraestructuras críticas y medidas concretas para aumentar su resiliencia.

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