Energía

Shell e Intel certifican el primer fluido de refrigeración por inmersión para centros de datos

  • Puede reducir el consumo energético hasta en un 48%
Un centro de datos

Shell Lubricants ha logrado un importante hito tecnológico al convertirse en la primera compañía en obtener la certificación oficial de un gran fabricante de chips —Intel— para sus fluidos de refrigeración por inmersión, destinados a centros de datos. Este avance permite desplegar con garantías estos productos innovadores en instalaciones de alto rendimiento en todo el mundo.

Según explicó Jason Wong, vicepresidente ejecutivo global de Shell Lubricants, "la modernización de los sistemas tradicionales de refrigeración por aire mediante inmersión puede reducir el consumo energético de los centros de datos hasta en un 48%, además de rebajar los costes de capital y operativos hasta en un 33%".

Shell ha trabajado durante los últimos dos años en colaboración con Intel para validar el rendimiento de estos fluidos. Las pruebas realizadas por el fabricante de chips han demostrado que sus procesadores Intel Xeon mantienen la misma fiabilidad bajo refrigeración por inmersión que en entornos de aire acondicionado convencional.

La refrigeración por inmersión consiste en sumergir servidores y componentes de red en un fluido dieléctrico —es decir, no conductor de la electricidad— que absorbe el calor generado y lo disipa de forma mucho más eficiente. Este método es capaz de transferir calor hasta mil veces mejor que los sistemas por aire, según datos internos de Shell.

Además, al eliminar la necesidad de ventiladores, enfriadores y sistemas de refrigeración por evaporación, esta tecnología permite reducir el espacio físico requerido para un centro de datos hasta en un 80%.

Karin Eibschitz Segal, vicepresidenta corporativa y directora general interina del Data Centre Group de Intel, celebró el acuerdo con Shell: "Estamos encantados de colaborar para acelerar la adopción de soluciones más sostenibles y energéticamente eficientes. Estos avances abren el camino hacia una nueva generación de centros de datos más respetuosos con el medio ambiente y preparados para la computación de alto rendimiento".

La necesidad de soluciones innovadoras se vuelve urgente ante el crecimiento exponencial de la demanda energética de los centros de datos. Según estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), estos centros consumen actualmente un 1,5% de la electricidad mundial, con previsiones de duplicarse hasta alcanzar los 945 teravatios hora (TWh) en 2030 —frente a los 415 TWh de 2024—, impulsados en gran medida por la expansión de la inteligencia artificial.

Actualmente, los sistemas de refrigeración convencionales representan entre el 30% y el 40% del consumo energético total de un centro de datos. La refrigeración por inmersión, compatible tanto con instalaciones nuevas como con centros existentes, se perfila como una solución clave para mejorar la eficiencia operativa y reducir las emisiones asociadas.

Shell, que mantiene su posición como primer proveedor mundial de lubricantes, está diversificando su cartera con productos adaptados a la transición energética, como fluidos para vehículos eléctricos, sistemas de almacenamiento de baterías y soluciones para centros de datos. Estas iniciativas forman parte de su estrategia para ampliar la oferta de productos de alto valor añadido, al tiempo que ayuda a sus clientes a cumplir sus objetivos de descarbonización.

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