Energía

Iberdrola logra ofrecer autoconsumo a 100.000 familias mediante 1.000 comunidades solares

Comunidad solar de El Palmeral. / Iberdrola

Iberdrola ha logrado alcanzar las 1.000 comunidades solares en España, facilitando el autoconsumo a más de 100.000 familias. La compañía, pionera en ofrecer este servicio hace seis años (en 2019), permite que cualquier vecino situado a menos de 2 kilómetros de una instalación pueda acceder a energía de cercanía 100% renovable.

Las comunidades solares de Iberdrola permiten disfrutar a los hogares de energías renovables pese a no disponer en propiedad de sistemas de generación en sus propias cubiertas o tejados, ni de acometer ninguna inversión, ya que es la compañía energética quien se encarga de realizar la instalación y de encontrar la mejor ubicación en sus proximidades. Por lo general, estas instalaciones se ubican en los tejados de edificios de diferentes tipologías, como iglesias, colegios, naves industriales, o centros comerciales, entre otros.

Entre las ubicaciones con mayor número de comunidades solares de Iberdrola, destaca, en primer lugar, Madrid con 170 instalaciones, seguida de la Comunidad Valenciana (148).

Del mismo modo, Extremadura con más de 19.000 familias, es la comunidad en la que un mayor número de hogares puede tener acceso al autoconsumo a través de esta solución. De hecho, Cáceres fue la primera ciudad española en a que Iberdrola ofreció esta solución, permitiendo a todos sus habitantes la posibilidad de acceder al autoconsumo sin necesidad de contar con una infraestructura propia ni de realizar inversiones. Tras Cáceres, Bilbao, Valladolid, Badajoz, Córdoba, Guadalajara y Huesca siguieron los mismos pasos.

Ahorros entre el 30% y el 70%

Las más de 1.000 comunidades solares puestas en marcha por Iberdrola permiten a sus clientes ahorrar hasta un 30% en la factura eléctrica. En el caso de empresas, el ahorro estimado por la energética asciende hasta el 50% de la factura eléctrica, mientras que para viviendas unifamiliares, hasta el 70%.

Estos ahorros se producen por una triple vía: la energía producida por la instalación que el usuario no tiene que comprar, el ahorro por menores impuestos y la compensación por los excedentes de energía no consumida que es vertida a la red. Sobre este último aspecto, Iberdrola permite que la energía que no se consume puede verterse a la red a cambio de una compensación a través del servicio Solar Cloud, o incluso derivarla para el consumo en otra residencia.

Estos beneficios se suman al hecho de reducir su dependencia de los combustibles fósiles. Así, Iberdrola calcula que cada comunidad solar evitará la emisión de cerca de 640 toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera en los próximos 30 años, lo que repercutirá en una mejora de la calidad del aire de aquellos lugares donde estén instaladas.

Según los cálculos de Iberdrola, en la actualidad más de 3,5 millones de personas de todas las provincias españolas viven en el radio de acción de una comunidad solar de Iberdrola.

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