
Mantener en funcionamiento la central nuclear de Santa María de Garoña, en Burgos, supondría unas inversiones adicionales de unos 150 millones de euros en los próximos diez años, así como el mantenimiento de más de 700 empleos directos y cerca de 400 indirectos, algo que se consideró imprescindible por parte del PP en tiempos de crisis.
La central, Nuclenor, en su informe Garoña: razones para la continuidad, agrega que además la planta atómica supone 35 millones de euros al año, es decir, 350 millones en diez años, de impacto directo en concepto de servicios, compras, contrataciones, generación de empleo, tasas e impuestos asociados a su actividad.
Según estos datos de Nuclenor, si el Gobierno decide mantener Santa María de Garoña por un periodo adicional de diez años, supondrá la producción de cerca de 39.000 millones de kilovatios, es decir, el 14 por ciento del consumo eléctrico anual en España o el equivalente a 25 millones de barriles de petróleo.
Plazos
La decisión de mantener Garoña en funcionamiento se tiene que producir antes del 5 de julio. En la industria nuclear se piensa que el Gobierno no agotará el plazo que tiene por la enorme presión existente.
Prueba de ello fueron las declaraciones que realizó ayer el ministro de Industria, Miguel Sebastián, que aseguró que acatará la decisión de adopte el Gobierno sobre el futuro de la central de Garoña. Al preguntársele si es partidario de clausurar la central, Sebastián subrayó que acatará la decisión que tome el Gobierno. Hace unos días, refiriéndose al estado de la planta burgalesa, que cumplirá 40 años en servicio en 2011. El titular de Industria señaló que a las nucleares les pasa como a las personas, que algunas con veinte o treinta años tienen achaques y otras que, a los 50, "están estupendas", coincidiendo con la presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear, Carmen Martínez Ten.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su segunda intervención sobre la central de Garoña, no ha desvelado cuál será el futuro de la planta, si bien ha reiterado que será "coherente" con el programa electoral socialista, y el PP le ha acusado de "montar un lío muy considerable".
El compromiso socialista sobre la energía nuclear pasa por su "sustitución gradual, ordenada y razonable" en favor de las renovables.