
El Gobierno vuelve a tensar la cuerda de la gran industria en un momento en el que se reclaman medidas para incrementar la productividad. El Ejecutivo ha dejado fuera del nuevo Real Decreto ómnibus 2.0 la rebaja del 80% de los peajes eléctricos con la que contaba la industria, lo que supondrá un incremento del 5% en las tarifas eléctricas de estas compañías.
La Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía, AEGE, considera necesario que esta medida vuelva a aprobarse pero, de momento, no ha sido incluida en el Real decreto Ley 1/ 2025, publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado.
La derogación del Real Decreto-Ley 9/2024, conocido como ómnibus, supone así un impacto negativo para los grandes consumidores de electricidad, que pierden una herramienta que equiparaba sus costes a los de sus competidores europeos y que estaba vigente desde la crisis energética que provocó la invasión de Ucrania en 2022.Sin la aportación que supone esta rebaja no habrá mejora de competitividad en 2025.
AEGE viene reclamando que la reducción del 80% de los peajes de acceso a las redes de transporte y distribución de electricidad se convierta en una medida estructural que permita a la industria electrointensiva equipararse con sus homólogos europeos como franceses o alemanes, donde los peajes eléctricos son mínimos.
Por otro lado, las reacciones a la presentación de la hoja de ruta del nuevo Ministerio de Transición Ecológica también llegaron desde otro sector industrial: la cogeneración.
Las patronales Cogen y Adap pidieron que se agilice la publicación de las subastas de 1.200 MW de cogeneración ya anunciadas en 2021 y que acumulan más de tres años de retraso.
Esta reclamación se produce tras el anuncio de Aagesen, el pasado día 27 de enero de "sacar las subastas este año 2025", aunque sin definir una fecha concreta y el reproche de la falta de preparación del sector para el fin de la vida útil de las instalaciones.
El retraso desde 2021 de las subastas de cogeneración, que suponen el principal paso para la puesta en marcha de un Plan Renove, ha impedido a las empresas cogeneradoras planificar la continuidad y actualización de las plantas frente al fin de su vida útil regulatoria.
Esta situación de incertidumbre es especialmente grave para algunas de las cogeneraciones que tratan los purines, ya que no han podido planificar su estrategia debido al retraso de dichas convocatorias, con lo que se han visto obligadas a detener su actividad como única alternativa para el tratamiento de purines.
Cierre de plantas
Para el presidente de ADAP, Josep Capdevila, "lo que en 2021 no era urgente, con el retraso de años, ahora es un problema grave".
Las plantas de purines son necesarias para tratar el purín excedentario, especialmente en zonas vulnerables, y permiten hacer viables las plantas de biometano en zonas donde no hay territorio para aplicar el digestato, que es donde más se necesita el biometano.En concreto, las plantas de cogeneración de Alcarràs (Lleida) y Les Masies de Voltregà (Barcelona), que tratan 100.000t de purines al año, cesaron su actividad el 31 de diciembre.