Energía

S&P ve riesgos de rebaja de ratings en las eléctricas y pide contención en dividendos

  • La advertencia se produce en plena revisión de las estrategias de Iberdrola y Naturgy
Un tendido eléctrico

S&P Global ve nubarrones en la capacidad crediticia de las energéticas en pleno proceso de revisión de los planes estratégicos de compañías como Iberdrola o Naturgy, que aspiran a mantener o incrementar los niveles de retribución de sus accionistas en un escenario de fuerte incremento de las inversiones.

En un informe sobre la situación del sector, la agencia destaca que las creciente necesidad de fondos para la transición energética está erosionando los balances y reduciendo el margen de calificación para las compañías por la situación de las tasas de interés y los niveles de retribución.

Según indica S&P, esta situación podría llevar a una degradación de la calidad crediticia ya que la volatilidad de los precios de la energía y la creciente presión sobre los gastos de capital están creando un entorno complejo para el sector.

En opinión de la agencia, las empresas que puedan adaptarse a estos desafíos y mantener una disciplina financiera sólida tendrán más probabilidades de mantener su calidad crediticia y destaca que pueden incrementarse las desinversiones. De hecho, el informe incide en que las empresas integradas sufrirán una menor presión porque podrán moderar su inversión en renovables para incrementar la destinada a redes. Estos cambios, de hecho, supondrán en opinión de S&P que los objetivos de llegar al 42,5% de renovables en la UE se acerquen, pero no se alcancen en 2030.

Las inversiones en tecnologías de bajas emisiones, como la energía nuclear, la eólica marina y las baterías, son costosas y requieren una financiación significativa. De hecho, el informe destaca que todavía siguen pendientes los cierres financieros de las tres centrales nucleares que se están construyendo en Reino Unido en estos momentos. La volatilidad de los precios del gas y la electricidad también está creando incertidumbre, especialmente para aquellas que dependen de combustibles fósiles, así como la situación de la caída de precios que se espera para este año en España. No obstante, los precios del gas y la energía se mantienen elevados en Europa hasta 2026, aunque menos que en 2022 por el peso del gas. Las tasas de refinanciación más altas y los problemas continuos con la cadena de suministro y la inflación específica del sector, especialmente para la eólica marina y las redes, también representan riesgos.

Para las redes de gas, la disciplina financiera es crucial para preservar el rating, ya que los emisores se enfrentan al riesgo de activos varados. Además, el informe destaca la reducción que se ha producido de la tasa de retribución financiera (Wacc) para el periodo 2025-2027 en Italia para reflejar la rebaja que se ha producido en los tipos de interés desde niveles máximos.

Para las redes eléctricas, S&P indica que las regulaciones y las políticas financieras disciplinadas preservan las métricas crediticias basadas en el flujo de caja frente a un superciclo de capex; pero algunos países como Países Bajos, Bélgica y Alemania, necesitarán el apoyo estatal para proteger la calidad crediticia.

S&P considera que existen riesgos inesperados en 2025 como la volatilidad de los precios, los eventos climáticos adversos (como la Dana), situación geopolíticas (guerras y sanciones) y los ciberataques o el sabotaje físico que pueden agravar la escasez de liquidez.

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