Energía

Las empresas de defensa se implican con la soberanía estratégica europea

  • El sector toma posiciones para el incremento de las capacidades de los próximos años
  • Alertan de los retos en la definición de inversiones, talento y estrategia en seguridad y defensa
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El mundo de la seguridad y la defensa ha cambiado notablemente en los últimos años. Tener los cañones más grandes, los misiles con más alcance o el mayor número de tropas ya no aseguran la capacidad de mantener la seguridad de las fronteras nacionales. "Ya no existe Rambo. Hay un chico o una chica que no lleva fusil de asalto y está delante de un terminal", sintetizó Andreu Vilamitjana, CEO de Cisco Systems España y Portugal, durante el XI Foro Industrial-Megatendencias: 'Industria y Competitividad', organizado por elEconomista.es.

Las empresas componen el núcleo de la defensa, junto con las fuerzas armadas y el Estado; y en Europa ha vuelto a resurgir el interés por reforzar los eslabones de la cadena tras la invasión a Ucrania, la pandemia o los conflictos en Oriente Medio. Estos acontecimientos han traído al discurso de las instituciones el concepto de autonomía estratégica. "Es una de las iniciativas más importantes y la más innovadora de la construcción de la Europa del futuro", resumió Héctor Roldán, director General de Grupo Oesía.

Europa ha vivido décadas de letargo en términos de inversión y del foco puesto en la seguridad y la defensa, algo que, según los ponentes, ha lastrado la posición de Europa. No obstante, Jesús B. Serrano, CEO de GMV, explicó que la autonomía estratégica necesita ser buscada, es decir, necesita ser "sembrada con dedicación y fondos".

A diferencia de antaño, el contexto social es ahora más proclive a la inversión, debido a los distintos eventos geopolíticos de los últimos años. "La seguridad y la defensa, son conceptos que no se valoran cuando se tienen, solo cuando se pierden", afirmó Miguel Ángel García Primo, CEO de Hisdesat.

El contexto ahora apremia y el Gobierno se ha comprometido con elevar el gasto militar del 1,28% actual al 2% antes de que finalice la década. Sin embargo, "estamos lejos de los objetivos. Tanto a nivel europeo como español hay que avanzar muchísimo", alertó Serrano.

En este sentido, el incremento presupuestario se presenta imperativo para poder alcanzar los objetivos de autonomía estratégica, ya que permitirá desarrollar sistemas propios. "Tenemos que tener una soberanía tecnológica suficiente que nos permita usar estos sistemas [en referencia a los satélites] de una forma razonable", explicó García Primo. "Y no hablamos de autarquía", aclaró, sino de capacidad de tracción desde la industria de la defensa a otros sectores.

Nuevo campo de batalla

"En España el recorrido es enorme, todavía estamos en una etapa muy preliminar de tener iniciativas, pero debemos ponernos como prioridad participar como un verdadero protagonista en la Europa de la seguridad y la defensa" para desarrollar tecnologías existentes y también otras disruptivas, indicó Roldán.

El nuevo campo de batalla es el ciberespacio, la industria, las cadenas logísticas o la IA. No obstante, los sistemas actuales aún son "frágiles, obsoletos y no todos interoperables dentro del país ni con el resto de países aliados", según Vilamitjana. A estas necesidades se suman otros retos, como son la urgencia de llevar a cabo licitaciones y desarrollos dentro de fronteras aliadas y la capacidad de encontrar y formar talento que pueda poner en funcionamiento estas tecnologías, algo que, según el CEO de Cisco Systems, actualmente es complicado de encontrar.

Definir estrategias empresariales en este contexto se presenta difícil, sobre todo para empresas que deben de funcionar tanto para el mundo civil como para el militar. En este punto, empresas como Thales plantea modelos multidominio y multidomésticos. "Tenemos que estar en la defensa, en el espacio, en el sector aeronáutico, de la seguridad digital y la ciberseguridad. Queremos no solo ser un usuario de tecnologías, sino el que hace parte de ellas", concluyó Jesús Sánchez Bargos, CEO de Thales.

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