Navantia se prepara para cumplir sus primeros diez años en la eólica marina. Javier Herrador, director de Navantia Seanergies, repasa los planes de la compañía para los próximos años.La eólica marina sigue sin arrancar en España.
¿Llegamos tarde?
Seguimos sin arrancar pero empieza a haber visibilidad. A finales de este año hará 10 años que entramos en eólica marina. En 2021 dimos un cambio a la compañía y creamos Navantia Seanergies viendo el crecimiento del mercado y su tendencia positiva. Hicimos una apuesta total. Teníamos una ambición de multiplicar por tres nuestra facturación y en esa senda hemos ido. En España hay una realidad y es que la eólica marina va a ser flotante. Muchas veces nos olvidamos de ese segundo apellido y es clave porque, para que nos hagamos una idea, a nivel mundial hay instalados 70 GW de eólica marina pero menos de 300 MW de eólica marina flotante. Son parques demostrativos y todavía la eólica marina a escala comercial no ha irrumpido. Las empresas como nosotros o los desarrolladores queremos acelerar, pero nos olvidamos muchas veces de manera consciente, y otras inconsciente, de esa realidad: la eólica marina flotante todavía no ha arrancado a nivel global, con lo cual no llegamos tarde.
¿Seguimos pendientes de los avances normativos?
Se están dando los pasos. Salió el Real Decreto y lo siguiente será la Orden de subastas. Todo parece indicar que en los próximos meses va a suceder con lo que estamos muy a tiempo. Y mientras tanto nos preparamos para que la tecnología flotante sea cada día más viable.
¿Dónde cree que será la primera subasta, en Canarias o en Cataluña?
Creo que habrá una primera subasta que puede que sea en Canarias, pero no creo que haya mucha demora entre esa primera o esas primeras subastas y el resto.
¿Cómo lo van a afrontar?
Dentro de unos años vamos a tener un desarrollo deslocalizado a nivel industrial. Estamos muy enfocados en buscar socios en todas las zonas. Hay que poner en valor el contenido industrial para crear riqueza. Habrá unos criterios de no precio que tienen que ayudar a los promotores para que los proyectos sean competitivos. Además, nosotros de manera indirecta también lo necesitamos, porque habrá una demanda tan elevada que, aunque Navantia tenga una capacidad muy importante, vamos a necesitar crear una cadena de fabricación y montaje amplia, que dé servicio al plan nacional y a todo lo que hay fuera. Estamos trabajando en buscar capacidad de producción en Canarias.
¿Cómo van a ser estos criterios de no precio para la eólica marina?
Habrá dos cosas fundamentales, pero hay que ver cómo se ordena y el peso que tiene cada cosa. Una será el contenido local. Ahora, hay que ver a qué llamamos local, porque cuando hablamos de Canarias, ¿qué supone? ¿Que sean empresas de la isla? ¿Que sean empresas canarias? ¿Que sean españolas? Puedes ir extendiendo la frontera. En cualquier caso, lo local es importante y lo tenemos que tener en cuenta cuando le demos una oferta a nuestros clientes, para que sea competitiva y atractiva. Y el otro punto que va a ser fundamental será la credibilidad del proyecto. Hay que evitar —y en eso hay un consenso generalizado— que los proyectos sean fallidos. La subasta se debe diseñar bien para no permitir que se presenten proyectos que tengan una viabilidad cuestionable, como ha sucedido en Francia, y que puedan echar atrás un plan ambicioso como este.
¿Cómo se preparan?
Estamos ya trabajando en buscar empresas. Tenemos muy buena relación con los tres astilleros o centros de fabricación que hay en las islas, que son potenciales socios en este sentido, y llevamos ya un tiempo trabajando con ellos para que cuando esto salga podamos integrarlos dentro de la cadena. Son centros que a día de hoy no tienen experiencia en este mercado, pero también son empresas que ven muy interesante la eólica marina, porque no solamente les va a dar oportunidades en Canarias, sino que a partir de ahí pueden expandirse y entrar en un mercado que ahora mismo les es totalmente ajeno. Es una muy buena oportunidad. Igual que estamos haciendo en Canarias estamos haciendo en el resto de la geografía porque como te digo primero por el propio interés, o sea, nosotros solos no somos capaces de abordar todo este plan porque afortunadamente tenemos mucho pipeline fuera en exterior. Estamos compartiendo nuestros planes estratégicos y comerciales. Tenemos una política muy abierta, algo que desde el sector se agradece pero choca porque hay empresas que llevan una política muy contraria.
Nosotros compartimos, por supuesto siempre con la confidencialidad que esto se requiere, nuestros planes. El año pasado, por ejemplo, montamos un evento, en el que estuvieron más de 200 empresas y muchas de ellas no nos conocían. Desde entonces, hemos abierto mucho el conocimiento de las empresas. Para que te hagas una idea, en estos 10 años que llevamos trabajando en el sector han trabajado con nosotros 486 empresas. De esas, el 85% son españolas. Hemos hecho el mapeo de empresas potencialmente colaboradoras y ya vamos por 625, es decir, hemos metido 150 nuevas empresas que pueden participar en nuestra cadena de suministro. Hay un doble esfuerzo, buscar capacidad y empresas fiables y robustas, que tienen que dar unas garantías. Tienen que ser competitivas. Porque aunque haya criterios de no precio, no significa que puedo poner el precio que me dé la gana, ni mucho menos. Hay que ser competitivos.
¿Cómo van los objetivos de crecimiento?
El año pasado sucedieron cosas que han hecho que el mercado se haya ralentizado un poquito, pero lo bueno es que ya hemos salido de esta ralentización y vemos que estamos cogiendo la senda.
¿Qué sucedió?
Básicamente proyectos fallidos en Estados Unidos. Desarrolladores muy potentes como Orsted tuvieron que abandonar proyectos porque habían negociado la tarifa en una época prepandémica y la inflación brutal de 2021 y 2022, hizo que no le saliera el business plan y decidieron abortar esos proyectos, pagar las penalidades y volverse a presentar a las subastas. El mercado lo vio como ostras, espérate porque si estos que son los número uno han tenido este "patinazo", pues vamos a mirar las cosas mejor y se ralentizó la toma de decisiones.