
El pasado mes de septiembre, la Comisión Europea publicó los términos y condiciones de la segunda subasta que celebrará el Banco Europeo del Hidrógeno para la producción de este combustible renovable, cuya financiación correrá a cargo del Fondo de Innovación. Un apoyo que servirá para cubrir la brecha entre los costes de producción y el precio que los compradores están dispuestos a pagar por el hidrógeno renovable.
La nueva licitación, que se abrirá el 3 de diciembre y se cerrará en febrero de 2025, presenta varias novedades respecto a la subasta anterior, que tuvo lugar en noviembre de 2023 y en la que tres de los siete proyectos seleccionados fueron españoles.
Por un lado, aumenta en 400 millones la cantidad destinada a financiar los proyectos, pasando de un presupuesto de 800 millones en la primera subasta a 1.200 millones en la segunda. Un incremento con el que la Comisión pretende cerrar la brecha de inversión para conseguir el objetivo de desplegar 20 millones de toneladas de hidrógeno renovable en Europa en 2030.
De la cantidad presupuestada –y esta es otra novedad–, 1.000 millones irán a proyectos generales de hidrógeno de combustibles renovables de origen no biológico (RFNBO) y los 200 millones restantes a proyectos dirigidos al sector marítimo.
Las razones de incluir en la segunda subasta la cuestión marítima, obedece, por un lado, al compromiso de la Comisión de apoyar la descarbonización del transporte marítimo desde su inclusión en la Directiva UE ETS (Sistema de Comercio de Emisiones Europeo) y al cumplimiento de los objetivos del Reglamento FuelEU Maritime, que busca una reducción del 80% en la intensidad de las emisiones de GEI de los combustibles marítimos en 2050. El hecho de que en la primera subasta participaran proyectos destinados a abastecer al sector marítimo, también ha tenido su peso.
A los 1.200 millones presupuestados, se sumarán en la subasta de este año algo más de 700 millones procedentes de las aportaciones de tres países europeos. La incorporación de España, Austria y Lituania al mecanismo de Subastas como Servicio (AaaS) –que sirve para respaldar aquellos proyectos de producción de hidrógeno renovable de sus respectivos países que no resulten adjudicatarios en la subasta–, eleva a casi 2.000 millones la dotación del Fondo de Innovación. España destinará entre 280 y 400 millones, Austria aportará 400 millones y Lituania 36 millones.
Recordemos que este servicio ya formó parte de la primera subasta de hidrógeno, siendo Alemania el primer Estado en participar con 350 millones de su presupuesto nacional, que se sumaron a los 800 millones del Fondo de Innovación.
Cierre de financiación en dos años y medio
Además de un aumento de la financiación y del claro apoyo al sector marítimo, la segunda subasta europea de hidrógeno incluye criterios más estrictos de preparación de proyectos y un énfasis en la rentabilidad y la resiliencia.
Concretamente, se endurecen algunos requisitos de madurez del proyecto en los criterios de calificación de la subasta para la segunda ronda –en la evaluación realizada antes de que se clasifiquen las ofertas–, con el fin de garantizar la mejor calidad de las mismas.
Además de un tiempo máximo de entrada en funcionamiento de 5 años (los mismos que en la subasta anterior), los solicitantes ahora también tienen que alcanzar un hito intermedio de cierre financiero en un plazo máximo de dos años y medio. En caso de no hacerlo, se rescindirá el contrato de apoyo y se solicitará la garantía de finalización. Este compromiso deberá respaldarse mediante acuerdos previos con los principales proveedores de electricidad renovable y compradores de hidrógeno, y mediante la presentación de un estudio de viabilidad del proyecto.
Las propuestas seleccionadas en la nueva subasta, recibirán un pago de prima fija durante un máximo de diez años, que se desembolsará una vez que los proyectos entren en operación.
Respecto a la garantía de finalización requerida, se incrementa del 4% al 8% del importe de la subvención solicitada. Además, los proyectos tendrán que competir con un precio máximo reducido que se fija en 4 €/kg de hidrógeno de la RFNBO, en lugar de los 4,5 €/kg de la subasta del pasado año.
Se limita el origen chino de los electrolizadores
Para garantizar la coherencia entre esta subasta y los objetivos de la Ley de Industria Net Zero (NZIA), se añaden requisitos de resiliencia a los criterios de calificación de la subasta.
En primer lugar, los proyectos se evaluarán según un nuevo criterio: "Lograr la seguridad del suministro de bienes esenciales y contribuir al liderazgo y la competitividad industrial de Europa" como parte de los criterios de calificación. Para cumplirlo, los proyectos tienen que contribuir a una cadena de suministro diversificada y, por tanto, evitar depender únicamente de un tercer país que pueda amenazar la seguridad europea del suministro de electrolizadores.
El análisis de la Comisión indica que existe un riesgo significativo de una mayor e irreversible dependencia de la UE de las importaciones de electrolizadores originarios de China, lo que puede suponer una amenaza para la seguridad de suministro de la Unión. En consecuencia, los electrolizadores ensamblados no podrán llevar más de un 25% de sus componentes de origen chino.
Es necesario que haya pruebas suficientes en la solicitud para respaldar las reclamaciones. Durante la ejecución se hará un seguimiento del cumplimiento de las reivindicaciones realizadas en la misma. En caso de incumplimiento, se aplicarán sanciones tales como la reducción de la subvención o, incluso, la rescisión.
Además de este criterio, cuando el proyecto entre en funcionamiento, deberá demostrar el cumplimiento de la norma de seguridad ISO 22734:2019 para "generadores de hidrógeno mediante electrólisis del agua: aplicaciones industriales, comerciales y residenciales" y entregar un plan de ciberseguridad.
Además, en la fase de licitación, los proyectos deberán presentar una estrategia de adquisición de electrolizadores, que permitirá a la Comisión Europea supervisar el origen de los equipos adquiridos, la intensidad de las materias primas críticas, las estrategias de reciclaje en vigor, los estándares que cumplen los equipos y si los fabricantes de equipos originales reciben contribuciones financieras extranjeras.
Durante todo el período de seguimiento del proyecto, se mantendrán los mecanismos existentes que ya protegen a la industria europea de la competencia desleal, como el Reglamento sobre subvenciones extranjeras de la Unión o la posibilidad de investigaciones de defensa comercial de la UE.
Mibgas lanza la primera subasta de h2 renovable en Iberia
MIBGAS Derivatives y DH2 Energy lanzan la primera subasta para la compra de hidrógeno renovable en el mercado ibérico. El proceso se inició el pasado 15 de noviembre con la publicación de la documentación en la web de MIBGAS. La subasta se dirige a todas las empresas interesadas en adquirir hidrógeno renovable, a nivel nacional e internacional, sin restricciones en cuanto al tipo de aplicación del hidrógeno.
Se ofertarán distintos lotes, en función del volumen de suministro y la duración del contrato, partiendo de un precio base para cada uno de ellos. La primera fase es la de precalificación. La fase subsiguiente será la de calificación y, posteriormente, se abrirá otra fase, solo entre las empresas calificadas, de presentación de ofertas. Esta última fase será competitiva.
Los participantes podrán presentar ofertas para la compra del hidrógeno renovable generado por la planta Hysencia de DH2 Energy. La planta se ubica en Aragón y está previsto que su construcción se inicie a mediados de 2025, mientras su entrada en operación se producirá en el primer semestre de 2027. La planta tiene 35 MW de capacidad de electrólisis, 49 MWp de potencia fotovoltaica y 10 MW de conexión a red, que resultó ganadora en la primera subasta del Banco Europeo del Hidrógeno.