
El salto de Cox al Mercado Continuo irá acompañado de un esfuerzo inversor de alrededor de 403,46 millones de euros en sus distintas líneas de negocio. Según resalta en el documento remitido a la CNMV previa a su salida a bolsa, la firma que dirige Enrique Riquelme prevé desembolsar 285 millones de euros (entre 265 y 305 millones) en distintas oportunidades relacionadas con concesiones de agua y en la ampliación de sus desaladoras de Marruecos; además de otros 38,46 millones en el negocio de las líneas de transmisión por las que ha sido adjudicataria y otros potenciales contratos; y 80 millones en proyectos de generación de energía.
Dentro de estos planes de desarrollo destaca la ampliación de dos de las mayores plantas de desalación de África, gestionadas por Société d'Eau Déssalée d'Agadir (SEDA) y de Aman El Baraka (AEB), controladasa por Cox. Según ha detallado, la compañía se encuentra en negociaciones con los reguladores de agua y agricultura de Marruecos -Office National de l'Electricité et de l'Eau potable of Morocco (ONEE) y Office Régional de Mise en Valeur Agricole du Tafilalet (ORMVA)- para la extensión de ambas plantas por 100 millones de euros. De estos, aproximadamente el 80% correspondería a inversión pública, mientras que el importe restante, unos 15 millones de euros; serán aportados por Cox.
Con estos mimbres, la firma espera que las dos instalaciones alcancen una capacidad de producción de 200.000 metros cúbicos de agua al día, frente a una capacidad de 150.000 m3 en SEDA y 125.000 m3 en AEB.
La relación de Cox con Marruecos va, además, más allá de lo industrial. Entre los inversores que han comprometido capital para su salida a bolsa se encuentran diversos inversores árabes, entre los que se encuentra el fondo con sede en Dubai AMEA Power o Attijariwafa Bank, el primer grupo financiero de Marruecos propiedad de Al Mada, uno de los mayores fondos de capital riesgo de África. Esta institución apoyará con 5 millones de euros la salida a bolsa de Cox.
El proyecto de Agadir será una de las puntas de lanza en la estrategia de crecimiento de la empresa de ingeniería. El resultado bruto -ebitda- hasta junio de 2024 sumó 81 millones de euros, a los cuáles las instalaciones marroquíes aportaron 13,4 millones de euros -cerca del 16%-. La estrategia a largo plazo de la firma contempla que el negocio siga en auge, con el segmento del agua pasando de representar el 26% del ebitda a más de la mitad en los próximos años. Del mismo modo, también busca dar un impulso a los segmentos de servicios y transmisión de energía, para dejar atrás su dependencia de la generación (que, actualmente, representa el 66% del resultado bruto de la compañía).
Las inversiones totales en las que Cox estará inmerso superan los 14.321 millones de euros entre operaciones ya licitadas y en estudio entre 2023 y 2027, sobre un total de 72.916 millones de euros que la compañía ha localizado como oportunidades de inversión.
Las dos áreas donde más impacto tienen las licitaciones es en el segmento de ingeniería y construcción de líneas de transmisión, que asciende a 2.987 millones de euros y en el de generación energética, en el que ha pujado 1.604 millones de euros hasta 2027.
Reclama 355 millones a Ghana por incumplir un contrato
En el documento presentado por la firma que dirige Enrique Riquelme también figura un arbritaje iniciado el pasado 23 de octubre en el que Cox, junto con el Standard Bank of South Africa (SBSA), reclama hasta 330 millones de euros a Ghana por el incumplimiento de una serie de contratos y garantías ligadas a una planta desaladora de Cox en la ciudad de Accra.
El laudo tiene su origen en que Befesa SPV, la sociedad que lo gestiona, no ha podido hacer frente a una serie de reembolsos previstos en virtud de la deuda de financiación del proyecto con el SBSA y Nedbank por un importe total de 28,49 millones de euros.
La deuda está asegurada por varios activos y acuerdos, y también tienen seguros que cubren riesgos políticos y de incumplimiento. La cobertura máxima del seguro de MIGA -el sistema de garantías del Banco Mundial- es de 61,5 millones de dólares, aunque su cobertura no se activará hasta obtener un laudo favorable. Según ha informado, Cox lleva desde mediados del año pasado tratando de reestructurar las deudas pendientes.
La planta funciona bajo el amparo de la empresa de aguas de Ghana (llamada GWCL), y la firma no habría actualizado el canon de agua en función de la inflación, que en Ghana creció un 54,1% en 2022 y un 23,2% en 2023, lo que ha afectado a la generación de flujo de caja de Cox. Por ello, Befesa SPV y SBSA han iniciado procedimientos legales contra GWCL y Ghana para reclamar pérdidas por incumplimiento del acuerdo.
Si no se llega a un acuerdo o Cox no gana el caso, los prestamistas podrían tomar medidas que podrían resultar en la pérdida de la planta desalinizadora.