Energía

Christophe Beck (Ecolab): "España no tiene enfoque de país en la gestión del agua, lugares como Francia están por delante"

  • Mercado español: "Demostramos que se puede reducir entre un 20% y un 30% el consumo de agua fácilmente"
  • Desalinizadoras: "No creo que sean el futuro, no salen los números ni económica ni ecológicamente"
  • Legislación: "Sigue anclada en un mundo de teléfonos fijos cuando ya hemos llegado a la era del móvil"
Cristophe Beck, presidente de Ecolab. EE
Barcelonaicon-related

Desconocido para el gran público español, Ecolab es un gigante de la gestión del agua que capitaliza por encima de los 60.000 millones de euros en el NYSE estadounidense (solo Inditex, Iberdrola y Banco Santander tienen más valor en el Ibex). La compañía, con presencia en 170 países y unas ventas de 13.000 millones de euros, trata de erigirse como una solución para el manejo de este recurso entre las grandes empresas. Más en el contexto de sequía que vive el sur de Europa en la actualidad.

Christophe Beck, presidente y consejero delegado de la cotizada, atiende a elEconomista.es en el tour europeo para repasar los errores que está cometiendo España y como remediarlos a tiempo. "La gestión del agua es la manera más rápida de recortar las emisiones", avisa.

¿Cuál es su opinión del mercado español?

Hemos tenido mucho éxito en España, donde servimos a grandes empresas. La manera en la que trabajamos con unas condiciones climáticas como las existentes demuestra que se puede reducir entre un 20% y un 30% el consumo de manera sencilla gracias a reutilizar la misma agua. Estamos centrados en las grandes compañías y es que los estudios dicen que solo 150 empresas consumen un tercio del agua y para 2030 necesitaremos un 56% más de agua de la que el planeta nos puede dar.

¿Tienen planes específicos?

España está metida en una transición energética y tecnológica para la que necesitará agua. Las plantas de hidrógeno verde, por ejemplo, la necesitan o el plan de centros de datos de Amazon en Aragón también la necesitará. Estamos focalizándonos en este tipo de desarrollos. Crecer mediante adquisiciones podría ser una opción, pero quizás no es necesario porque estamos buscando soluciones que no existen, invirtiendo en tecnología.

¿Qué tipo de soluciones?

Hay que tener en cuenta que como más reduces el consumo de agua más reduces la huella de carbono, porque buena parte de los gases emitidos se producen en el proceso de cambiar la temperatura del agua. Hay que cambiar el enfoque de tomar agua, utilizarla y tirarla que ha funcionado durante 300 años. Tirar agua es un error de ingeniería. Por ello nosotros optamos por rehusar el agua usada en cada una de las partes del proceso y no al final. Así hemos logrado por ejemplo reducir un 30% el uso y un 80% las pérdidas de agua. También con tecnología, teniendo el agua monitorizada de manera para seguir en directo su calidad y ver cómo tratarla y rehusarla según sus niveles de calidad.

Con este manejo, ¿es posible llegar a reutilizar el 100%?

La respuesta corta es sí, aunque no es fácil. Es fácil reducir entre el 20% y el 30%, pero se puede hacer y lo hemos hecho. En Ciudad de México, que es un sitio con muchas necesidades, en una planta de leche en polvo hemos logrado incluso ser generadores de agua. Y siempre con un retorno financiero. Ser net zero es posible, pero es más difícil hacerlo siendo rentable.

¿Y el uso agua del mar no puede ser una alternativa?

Sí, pero con muchos matices. Se necesita de mucha energía y, si optas por el filtrado también química. Si la energía es verde, está bien, pero necesitarás pagarla. Y si encima no es verde generarás mucho CO2. Además, hay un problema añadido: necesitas que esté cercano al mar. Países como Singapur, que las tienen, apenas representan entre un 6% y un 10% del consumo total.

No parece muy partidario de las desalinizadoras...

No creo que sean el futuro, pues no salen los números ni económica ni ecológicamente. Para hacerlo aún peor, pueden ser un target de ataques y atentados muy fácil. Si puedes ahorrar agua mediante la reutilización, porque vas a hacerlo con desalinizadoras.

Con situación de emergencia como la vivida en el último verano en Cataluña, ¿Cuál cree que debe ser el papel público en este campo?

Hemos estado trabajando en Europa por muchos años. Y hace diez años no había nada sobre la gestión del agua, todo estaba enfocado en las emisiones de CO2 y los gobiernos no veían la relación directo entre agua y energía. Había muchos planes sobre descarbonización y nunca sobre agua y la gestión del agua es un motor para descarbonizar. Es muy reciente lo de tener una política conjunta. Sin agua la sociedad no durará mucho y económicamente tampoco crecerá. Otro problema en el que se centran es en la renovación de las infraestructuras y reducir las pérdidas. Este es un enfoque antiguo. Es como pensar en el cable del teléfono, cuando ya todo el mundo habla por móvil. Se debe invertir en reutilizar agua en las localizaciones. Para ello estamos trabajando con, por ejemplo, el gobierno francés, desarrollando un plan con ayudas y inversiones que ya se están haciendo. España se está enfocando en esa dirección, pero los planes se están haciendo comunidad por comunidad y no con un enfoque de país.

Muchas veces se acusa a Europa de sobreregular...

La regulación está hecha en la época del teléfono fijo y estamos en la era de los móviles. No está permitido que la renovación del agua se haga en los mismos productores de CO2. Muchas leyes siguen en el pasado y hay muy pocos lugares en los que se permite renovar el agua en la localización de uso y apoye la inversión en tecnología. En España hemos demostrado que funciona, pero el entorno no es ese. Francia está mucho mejor, es el mejor ejemplo.

¿Y Estados Unidos? Intuyo que habrá mucho en juego en las próximas elecciones...

Estados Unidos está también por el mundo antiguo, pero está empezando a cambiar. Por ejemplo, cometieron el error de instalar data centers en lugares sin agua, por lo que había que gastar mucho para llevarla, un error que también se está cometiendo en algunas partes de España. No podrá haber el esperado boom de la inteligencia artificial sin agua. Sin embargo, ha progresado en los últimos años No es perfecto, es una nueva tecnología que no conocemos exactamente, pero los últimos años han sido buenos. Dependiendo de quién gane habrá una aceleración o, si es la otra parte, no se producirá.

Da la impresión de que la sostenibilidad es una preocupación europea, pero que, por ejemplo, en Asia no es algo que esté en la agenda...

La gente cambia de mentalidad cuando se le educa. Países como India están apostando por la industria de alta tecnología, que necesita grandes cantidades de agua que ellos no tienen, por lo que deberán dar este paso. O el caso de los data centers es otro. Hubo países que quisieron ser el data center del mundo sin agua y llevaban el agua en camiones, ahora muchos se están moviendo a Indonesia, dónde sí hay este recurso. Deberán tenerlo en cuenta, más pronto que tarde.

Tarde o temprano llegarán los conflictos...

Y así creo que será. Así ya ha sido en el pasado, solo hace falta que ver las tensiones entre India y Pakistán. O las tensiones existentes por la presa que Etiopía ha construido en el Nilo y que podría dejar a Egipto sin agua.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky