
Repsol ha dado marcha atrás en el proceso de venta de su filial en Noruega, Repsol Norge AS, según ha informado Reuters este miércoles. Esta área de negocio, centrado en la exploración y producción en el país escandinavo, estaría valorado en 1.000 millones de dólares (casi 900 millones al cambio), según relató Bloomberg en marzo. La empresa ha declinado realizar comentarios a este medio.
La firma habría contratado al banco de inversión Rothschild para gestionar la operación, entre los que se encuentran diez activos ubicados en la plataforma continental noruega, según indica la agencia británica. En estas explotaciones se encuentran siete campos de producción con unas reservas netas de 53 millones de barriles de petróleo equivalente, de los cuales 36% son de gas, y una producción neta proyectada para 2024 de 29 millones de barriles de petróleo equivalente, según un documento de marketing distribuido por el banco de inversión a principios de este año y consultado por Reuters.
Según han resaltado fuentes de Repsol al medio, la compañía se encontraría en un proceso de priorizar la venta de otros activos. Repsol está en conversaciones para fusionar sus operaciones en el Mar del Norte de Reino Unido con NEO Energy, mientras que también está en conversaciones para vender una participación minoritaria en su negocio renovable a la petrolera estatal Saudi Aramco.
En este sentido, la multienergética está en proceso de revalorizar y preparar su apartado de negocio upstream —la exploración y producción— para su salida a bolsa entre 2026 y 2027. En este sentido, para conseguir una mayor valoración en el momento de la salida al parqué, Repsol busca centrarse en sus principales áreas de crecimiento en este negocio, y estos son Estados Unidos, México, Brasil y Libia, según publica la empresa en su nueva guía estratégica.