
El Ministerio de Transición Ecológica —Miteco— presentó esta semana una consulta pública enfocada a abrir la regulación de la retribución a las renovables, la cogeneración y los residuos —el llamado régimen Recore—. Diez años después de que entrara en vigor la regulación de los pagos por operar estas instalaciones, el sistema eléctrico actual tiene poco o nada que ver con el de 2014, tras la crisis energética por la invasión a Ucrania y el crecimiento en vertical de la generación renovable.
Ahora, el departamento que dirige Teresa Ribera se abre a revisar la metodología por antonomasia para retribuir la energía eléctrica. En concreto, detalla que la revisión es necesaria debido a la "alta penetración" de las renovables, que ha derivado en una generación por encima de la demanda —llamados vertidos de energía— y la caída en picado de los precios del mercado mayorista, con valores en negativo por primera vez en la historia.
En este contexto, el Miteco afirma que se hace necesaria una "reflexión más profunda" sobre el régimen retributivo específico, para el que pide a los diferentes actores del sector que presenten aquellas propuestas de ajuste del régimen retributivo específico que entiendan adecuadas para adaptarse a la actual situación del sector eléctrico, y para mejorar el marco retributivo en general.
Fuentes del sector concuerdan en la necesidad de actualizar el sistema al periodo energético más volátil. En primer lugar, los plazos regulatorios se fijan cada seis años, con una revisión intermedia en el tercero. Esto, apuntan estas fuentes, deja de tener sentido en un momento en el que "cada seis meses" cambia el contexto energético y las estimaciones de pago por generación eléctrica pueden verse alteradas notablemente en poco tiempo.
Ello pone en tela de juicio la puesta en marcha de los proyectos renovables. La administración paga con base en un precio fijado para el periodo regulatorio. En situaciones energéticas como la actual, de precios que han caído súbitamente en cuestión de meses, las desarrolladoras acusan un precio muy inferior al esperado y una retribución menor que, aunque se reconoce con carácter retroactivo, deja a muchas empresas con instalaciones acogidas al Recore sin percibir una de sus principales vías de ingreso.
No obstante, otras fuentes conocedoras indican que estas modificaciones y otras, como la llamada prioridad de despacho de las renovables, deberían de llevarse a cabo vía ley —y no real decreto—. El Ministerio aún no ha clarificado qué rango tendrán las modificaciones, por lo que muchas de las reclamaciones del sector son susceptibles de no ser incluidas en la futura normativa.
Otro punto a tratar, apuntan, es el número de horas mínimo para poder cobrar el régimen retributivo. Históricamente, era relativamente fácil alcanzar los objetivos de tiempo mínimo en operación. No obstante, con los vertidos energéticos en aumento, hay plantas que corren el riesgo de no llegar a las horas mínimas necesarias para recibir el pago.
A tecnologías como la cogeneración se les penaliza por no llegar a unas horas mínimas de producción, aunque, debido a la gran producción de otras tecnologías solo una "mínima parte" logra cumplirlas.
Reparto de 4.386 millones
El régimen Recore repartió el año pasado 4.386 millones de euros entre los diferentes tipos de energía bajo el paraguas de esta retribución a cargo del sector eléctrico, a falta de los cargos de equilibrio que se ejecutan a lo largo de 2024. A estos, hay que sumar otros 49 millones a cargo de los Presupuestos Generales del Estado.
La tecnología que más recibió fue la fotovoltaica (2.056 millones de euros) y la solar térmica (1.007 millones de euros). La generación de residuos (600 millones de euros) y la cogeneración (666 millones de euros) fueron los otros dos grandes beneficiados.
En los primeros cinco meses de 2024, el Recore ha sumado 1.803 millones de euros a repartir entre las diferentes tecnologías.