
Statkraft, la mayor productora de energía limpia de Europa, ha sido la última empresa del sector en el continente en anunciar que frenará sus planes de despliegue de renovables en los próximos años. Según ha detallado la compañía este jueves, la caída del precio de la energía y el aumento del coste tecnológico y de personal ha obligado a la firma noruega a "afinar" su estrategia de crecimiento, según detallo la consejera delegada y presidenta de Statkraft, Birgitte Vartdal.
La empresa, propiedad del estado noruego, ha anunciado que centrará su estrategia en fortalecer su red de centrales hidroeléctricas, ya que sumará cinco grandes proyectos de aumento de capacidad en su país de origen de aquí a 2030. Además, afirman que tendrán el foco puesto en "operaciones de mercado".
Por otro lado, la expectativa de desarrollar energía solar, eólica terrestre y almacenamiento en baterías bajarán. En concreto, se reducirá la nueva capacidad prevista a entre 2 y 2,5 gigavatios (GW) anuales desde 2026 —frente a una expectativa de entre 2,5 GW y 3 GW a partir de 2025 y 4 GW en 2030—.
En lo referido a eólica marina, la energética ha reducido su objetivo de despliegue a 2040 de 10 GW a entre 6 GW y 8 GW. En unas declaraciones recogidas por Financial Times, la consejera delegada de la compañía declaró que Statkraft seguirá "creyendo firmemente en la energía eólica marina y nos gustaría seguir ahí, pero estamos reduciendo un poco nuestra ambición". Ello tras comprar el año pasado a la española Elecnor la empresa de energías renovables Enerfin por 1.800 millones de euros. Una marca que cuenta con con 1,5 GW eólicos en explotación ubicados en España, Brasil y Canadá
Por otro lado, en el apartado de gases renovables, Statkraft suministrará entre 1 GW y 2 GW de hidrógeno verde hacia 2035, mientras que la meta anterior era de 2 GW para 2030.
El sector recoge velas
Los bajos precios energéticos están lastimando el sector renovable. Aunque la empresa noruega no cotiza, en España empresas como Solaria o Grenergy, entre otras, han venido sufriendo recortes importantes en su valoración debido a la bajada de los precios eléctricos.
Ello ha puesto en tela de juicio la viabilidad de algunos proyectos renovables y ha lastrado muchas cuentas de resultado, como las de la propia Statkraft, que recortó su beneficio en 200 millones de euros el primer trimestre del año.
Ello ha impulsado a varias empresas relevantes europeas a recortar previsiones, aunque el interés por el despliegue se mantiene fuerte. La danesa Orsted, con fuerte influencia en eólica marina, recortó sus objetivos de despliegue para 2030 en más de 10 GW por las dificultades encontradas en diversos proyectos situados en EEUU. EDP actuó de manera similar en mayo, debido a unos precios de la electricidad más bajos y unas condiciones de financiación más duras.
En España, Iberdrola declaró en abril que adoptaría un enfoque más "selectivo" en renovables y se centraría más en las redes eléctricas. La eléctrica italiana Enel, matriz de Endesa, anunció en noviembre que reduciría su inversión en renovables de 17.000 millones de euros entre 2023 y 2025 a 12.100 millones entre 2024 y 2026. Sin embargo, la empresa afirmó que tenía previsto seguir aumentando la capacidad de energías renovables con sus socios para alcanzar su objetivo de 73 GW en 2026.