El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha criticado este viernes durante su intervención en el VI Foro Corell: Transición energética y realidad insutrial, organizado por elEconomista.es y la Fundación Corell, que los coches eléctricos provenientes de China se produzcan utilizando fuentes de energía fósiles, como el carbón, mientras en Europa se ha optado por desincentivar industrias que fueran competitivas.
La industria europea, apuntó Brufau, es más eficiente que la de otras regiones. No obstante, los esfuerzos por descarbonizar sectores ha obligado a muchas industrias, como las acererías, a emigrar a regiones con regulaciones más laxas y con tecnologías menos eficaces a la hora de reducir las emisiones contaminantes.
Europa comienza a darse cuenta de la importancia de la industria. Por eso, el presidente de Repsol se ha congratulado de que la UE haya asumido "por primera vez" que la industria, y no el regulador, es el auténtico catalizador de la transición energética al sentirse incentivada y la que puede conseguir reducir emisiones de manera más severa.
Brufau afirmó que las instituciones europeas se encuentran en una bifurcación en lo que se refiere a competitividad económica, que marcará el futuro de la región: "Europa tiene que decidir entre ser una subregión de Euroasia o jugar un papel protagonista junto a Estados Unidos y China".
Entre 2010 y 2023, el peso de la economía europea en el mundo pasó de representar el 21,9% al 17,61%. En ese mismo lapso de tiempo, China duplicó su peso hasta más del 16% y EEUU ganó cuatro puntos, por encima del 26%.
Esto "preocupa" a Brufau. No obstante, lejos de tener una visión pesimista, el presidente quiso remarcar que esto sirve de acicate para que Europa comenzara a reconocer públicamente que está perdiendo el paso.
"A los europeos nos falta pragmatismo", comentó. Lo importante ahora es, afirmó, reconocer en qué puntos han fallado y reconducir la situación, para lo cual pidió a las instituciones comunitarias a tener en cuenta las decisiones de los ciudadanos: "El ciudadano y la industria son inteligentes. Hay que dejarles elegir".
Grandes potencias
En opinión de Brufau, tanto China como EEUU han tenido unas estrategias definidas que les han servido en su desarrollo económico, algo de lo que la UE ha carecido. Pekín suma décadas dominando tecnologías y materias primas críticas y Washington ha sido reactivo al incentivar que los productos de alto valor añadido se produzcan dentro de sus fronteras.
Por contra, Europa ha regulado una ley "que dice que el 10% de las materias primas deben de ser nuestras. Bien, pero ¿dónde están?", se preguntó el directivo. Aunque hay regiones europeas con gran potencial, como Extremadura que cuenta con zonas de extracción de litio, estas también deben ser competitivas, explotables y ambientalmente sostenibles. Por ello, el presidente de Repsol pidió hacer balance de "cómo se sustentan todas estas decisiones con la realidad".
En este sentido, los esfuerzos de Europa por descarbonizar su economía no pueden ser negados, comentó Brufau. Sin embargo, China mantiene el primer puesto de emisiones mundiales con el 39%, muy por encima de las del conjunto de la UE, por lo que el buen trabajo de la UE se puede ver empañado.
"Hay que liderar la reducción de emisiones, pero hay que hacerlo con realismo a sus contrincantes. Nos emplazamos a estas grandes conferencias mundiales sobre el clima, pero son grandes palabras. No pasa nada. Nunca pasa nada. Al año siguiente volvemos al punto de salida", criticó.
Por ello, el líder empresarial cree que la respuesta europea a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) de EEUU sigue el buen camino. Hasta ahora la política europea confiaba en solucionar las emisiones con la electricidad y se obviaban todas las tecnologías. Por contra, el Reglamento sobre la Industria de Cero Emisiones Netas (NZIA, por sus siglas en inglés) facilita subvencionar todo tipo de tecnologías que aporten reducción de emisiones, como la captura de carbono o los biocombustibles.