
La Agencia Internacional de la Energía considera que el rápido despliegue de combustibles de bajas emisiones durante esta década será crucial para acelerar la descarbonización del sector del transporte.
El organismo que dirige Fatih Birol reclamó a los Gobiernos que tomen medidas más audaces para estimular la demanda de este tipo de combustibles en un informe hecho público este pasado mes de diciembre. Para ello, la AIE recomienda explotar las posibles opciones de descarbonización, con un aumento limitado de los precios al consumo que ofrecen estas tecnologías y considera que la clave estará en lograr economías de escala a través de una demanda previsible.
En la actualidad se están desarrollando en todo el mundo alrededor de 200 proyectos, aunque la gran mayoría se encuentran en sus primeras fases.
Para lograr un despliegue acelerado, la Agencia Internacional de la Energía considera que es esencial que los países sigan adoptando políticas que creen una demanda previsible para los primeros proyectos, apoyen las inversiones necesarias en infraestructuras, reduzcan el coste de los electrolizadores, fomenten actividades de I+D centradas en el desarrollo de nuevas tecnologías de e-combustible de alta eficiencia, y promuevan el potencial para explotar las sinergias entre los e-combustibles, los biocombustibles y la captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS).
En opinión de la Agencia, existen importantes oportunidades de electrificación para el sector del transporte por carretera, mientras que los sectores de la aviación y la marina siguen dependiendo más de soluciones basadas en combustibles para su descarbonización. Los combustibles obtenidos a partir de hidrógeno electrolítico, o e-combustibles, podrían ser una vía posible y aumentar rápidamente de aquí a 2030, respaldados por esta expansión masiva de la electricidad renovable más barata y las reducciones de costes previstas de los electrolizadores.
Curiosamente, los e-combustibles, indica la Agencia Internacional, pueden contribuir a la diversificación de las opciones de descarbonización disponibles para la aviación y el transporte marítimo, y existe una gran sinergia potencial con la producción de biocombustibles, especialmente en forma de utilización del CO2 biogénico.
Este nuevo informe de la AIE presenta una evaluación tecnoeconómica de una familia de tecnologías emergentes de e-combustibles.
La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, considera que estos combustibles "sólo servirán para quién tenga un Maserati y quiera algo caro".