Endesa ha procedido hoy a la voladura de la chimenea y de una de las estructuras metálicas de soporte de los conductos del absorbedor del Grupo 2 de la Central Térmica Litoral de Carboneras (Almería), un paso más en el proceso de desmantelamiento de la instalación que culminará en 2025. "No es un momento de despedida sino el comienzo de una nueva etapa ilusionante que creará empleo y riqueza para la zona. Este espacio que ahora ocupa la central se destinará a asegurar un futuro sostenible para Carboneras mediante proyectos de reindustrialización que mantengan el compromiso histórico de Endesa con este entorno", ha comentado Rafael Sánchez Durán, director general de Endesa en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla
La voladura ha supuesto todo un reto a nivel técnico debido a las características de ambas infraestructuras. La chimenea de cemento armado de la central térmica, de 200 metros de altura y un diámetro en base de 19,5 metros que se estrecha hasta los 12 metros de la punta, ha requerido el uso de 151 kilos de explosivos. Se han colocado por primera vez a doble altura: a cota cero y 96 metros. El objetivo de esta medida ha sido doblar el fuste en dos, como si de una bisagra se tratara, de forma que la huella de caída se redujera a la mitad, minimizando la afección a determinadas infraestructuras que era necesario mantener en servicio mientras se realizan los trabajos de desmantelamiento.
Para esta demolición se han utilizado 380 detonadores electrónicos que han activado la carga de explosivo que se han colocado en la estructura mediante taladros distribuidos para dirigir la caída en la dirección planificada. En el proyecto se ha fijado un radio de seguridad de 400 metros.
En el mismo radio de seguridad, y un segundo antes de la voladura de la chimenea, se ha producido, la voladura de la estructura metálica de soporte de los conductos del absorbedor del Grupo 2, de 47,8 metros de altura y 6 pilares, para lo que ha sido necesaria una carga de 15 kilos de dinamita, 34 cargas de corte lineal y 49 detonadores.
Ambas voladuras han producido alrededor de 13.000 toneladas de residuos (básicamente hormigón), que serán gestionados de acuerdo con la normativa medioambiental. Estos residuos serán valorizados en obra aplicando criterios de economía circular para ser usados como material de relleno, previa caracterización para verificar su carácter inerte; en cuanto al residuo de hierro que constituía la armadura del hormigón armado y la estructura metálica, será objeto de valorización para su posterior uso.
Para minimizar la afección del polvo derivado de la explosión, además de la irrigación previa de la superficie sobre la huella de caída, se ha instalado una red de cortinas de agua y un cañón de nebulización en la dirección de caída.
Fin a cuatro décadas
La Central Térmica Litoral ha estado más de cuatro décadas operativa. Endesa desconectó la central en 2021, inició su proceso de desmantelamiento y la elaboración de un plan de futuro para el entorno. El desmantelamiento, la demolición de todos los edificios y equipos de la central, se encuentra en un grado de ejecución del 42%, y supone una inversión de más de 83 millones de euros. Actualmente más de 200 profesionales están trabajando de forma directa en este proceso, el 75% procedente del entorno, mientras que se estima en casi 200 el empleo indirecto que se está generando.

Los trabajos se están realizando de la mano de la UTE Lecalde, formada por la empresa vizcaína Lezama Demoliciones, especialista en desmantelamientos industriales, y la almeriense Caldererías Indálicas.
Impacto social
Al mismo tiempo, se han impartido cursos de formación en Montadores de placas solares, y en Operación y Mantenimiento de instalaciones renovables, con el fin de abrir un futuro laboral en un sector en auge como en el de las energías renovables. En total se han impartido cerca de 1.000 horas de formación de las que se han beneficiado 252 personas del entorno de la central. Un 85% eran desempleados y un 25% mujeres. De estas personas que han recibido formación 39 están trabajando en el desmantelamiento, es decir un 14% han conseguido un empleo cualificado en la actualidad con Endesa.
Otra de las iniciativas dentro del plan de Creación Valor Compartido que Endesa impulsa en el entorno del cierre de sus centrales, han sido las donaciones de equipos, mobiliario y ciertos elementos de la instalación que han quedado en buen uso tras el cierre de la central, y que están teniendo una segunda vida, reduciendo la cantidad de residuos generados y contribuyendo a la economía circular.
En total se han llegado a firmar un total de 10 acuerdos de cesión con entidades y organismos locales de diferente índole: centros educativos tanto de primaria como de secundaria y la propia Universidad de Almería; consorcio de Bomberos del Levante Almeriense; ayuntamiento y empresas locales entre otros. En total se han donado más de 1.000 elementos que ahora mismo están reviviendo en otras realidades fuera de la que fue su casa durante 40 años.
Ejemplo europeo
Desde el punto de vista medioambiental se está aplicando un sistema de demolición selectiva para segregar y caracterizar cada una de las más de 222.000 toneladas que conforman el volumen de la demolición. Para reducir en todo lo posible las afecciones al entorno se ha implantado un plan de vigilancia ambiental con especial atención a las emisiones y vertidos durante la ejecución de los trabajos.
Todo este proceso está participando en un estudio europeo (ICEBERG - = Innovative Circular Economy Based solutions demonstrating the Efficient recovery of valuable material Resources from the Generation of representative EBM) en el que colaboran 35 empresas de 10 países diferentes y que tiene como objetivo el establecer una recuperación de residuos más precisa antes de que estos se produzcan.
El estudio se está realizando en seis ubicaciones repartidas por toda Europa, siendo el único en España el de la Central Térmica Litoral. En concreto se va a estudiar la valorización que se haga de los materiales de construcción del edificio de mantenimiento eléctrico formado por dos plantas de hormigón de 8 metros y una superficie construida de 402 m2.
Para ello, primero de todo, el edificio ha sido escaneado en 2D. Una vez realizado este trabajo se ha llevado a cabo todo el proceso de desmantelamiento, aplicando los principios de demolición selectiva. El estudio previo de los materiales del edificio ha permitido realizar una mejor segregación en origen y una mejor gestión de los residuos finales. El porcentaje de valorización de los residuos en el caso de estudio fue del 80% con una previsión de aumentar este valor hasta más del 90% al finalizar la gestión de todos los residuos. De este modo se confirma el éxito del estudio en el caso de Litoral.
La Térmica Litoral
La Central Térmica Litoral fue construida en el marco del Plan Acelerado de Centrales de Carbón redactado en 1979 para cubrir las necesidades de incremento de potencia eléctrica debido al desarrollo económico que experimentaba España. La infraestructura se ubica en 1.788.547 metros cuadrados en el término municipal de Carboneras y estaba compuesta por dos grupos de generación que sumaban 1.159 megavatios de potencia. Cada uno de estos grupos estaba formado por caldera, turbina y alternador como equipos fundamentales.
El Grupo 1, de 577 megavatios, comenzó su explotación comercial en 1985 y el Grupo 2, con una potencia de 582 megavatios, en el año 1997. La instalación ha llegado a producir durante su vida útil más de 180.000 GWh, es decir, el consumo energético de Andalucía durante 4 años y medio y llegó a ser todo un referente cuando, en 2014, se realizaron mejoras medioambientales que la pusieron a la vanguardia de esta tecnología a nivel mundial.
La central cuenta con una Terminal Portuaria, con acceso para el tráfico marítimo en el Mediterráneo y norte de África, que comenzó su actividad en 1985, tras una inversión de unos 123 millones de euros para su construcción, destinada a la descarga de carbón para la Central Térmica Litoral.
Estas características y su situación geográfica la convierten en un enclave único para recibir barcos de gran calado que procedan de cualquier punto del mundo. Desde su construcción se han manipulado un total de 79.480.191 toneladas de graneles sólidos.
Además, la Central Térmica Litoral ha albergado proyectos innovadores como una planta de microalgas, la restauración de escombreras con especies autóctonas o el proyecto de almacenamiento de baterías entre otras iniciativas. Actualmente estos proyectos se han trasladado para seguir activos. Es el caso de la planta de microalgas que se sigue encontrando en los terrenos de la central pero ampliando su espacio.