Energía

EEUU prepara una ofensiva para acabar con la dominación de Rusia en el mercado global de energía nuclear

Central nuclear. Rosatom / Twitter
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Tras la invasión rusa de Ucrania, EEUU prohibió la importación de petróleo, gas natural y carbón originarios de Rusia con el objetivo de anular la maquinaria de guerra del Kremlin. Sin embargo, Washington descartó el combustible nuclear ruso, ya que el país euroasiático ejerce una posición dominante en el mercado mundial de este producto, haciendo muy difícil su anulación en dicho ámbito. Ahora, teniendo en cuenta la capacidad del gobierno de Putin de eludir las restricciones, EEUU está estudiando la fórmula de borrar a Rusia del mapa del mercado global de la energía nuclear.

En diciembre de 2023, la Casa de Representantes de EEUU aprobó una proposición de ley llamada 'Prohibiting Russian Uranium Imports act', la cual prohíbe todas las importaciones de uranio enriquecido originarias de Rusia. Según Cathy McMorris Rodgers, diputada que presentó el texto, "una de las amenazas más urgentes a la seguridad estadounidense es nuestra dependencia del aprovisionamiento ruso de combustibles nucleares en nuestro parque nuclear".

En este sentido, actualmente, más del 20% del combustible nuclear empleado en los reactores de Estados Unidos proviene de Rusia. De hecho, en 2022, Rusia fue el principal suministrador de combustible nuclear destinado a los reactores nucleares del país de las barras y las estrellas. Ese mismo año, el valor del uranio enriquecido -así como el material necesario para su producción que Rusia vendió a Estados Unidos y Francia ascendió a los 1.200 millones de dólares. Concretamente, entre enero de ese año y enero de 2023, las importaciones en el caso norteamericano se cifraron en 899,8 millones de dólares, un incremento respecto al año anterior, cuando ascendieron a los 645,5 millones de dólares.

Megatones, megavatios y Fukushima

Rodgers señaló en su intervención que esta supeditación a Rusia "está debilitando la infraestructura de combustible nuclear estadounidense, la cual ha decrecido significativamente debido a la dependencia de estos combustibles baratos". En este sentido, hay quien considera que esta relación de poder es resultado del programa 'Megatons to Megawatts'. Dicho proyecto estuvo vigente entre 1995 y 2013, y reconvirtió 500 toneladas métricas de uranio enriquecido ubicado en ojivas nucleares soviéticas en 14.000 toneladas métricas de uranio de bajo enriquecimiento. Durante el tiempo que estuvo activo el programa, el uranio reconvertido de origen ruso alimentó el 10% de toda la producción eléctrica de EEUU.

Si bien se aprobaron algunos límites a la adquisición de este elemento de origen ruso, lo cierto es que Washington continúa teniendo esa dependencia de Moscú en este ámbito. Además, el colapso de la demanda de energía nuclear tras el accidente de Fukushima, junto con el auge de las energías renovables, ralentizaron el desarrollo del sector en EEUU, dejando al país norteamericano con muchos deberes por hacer.

De Ucrania al HALEU

Sin embargo, la invasión de Ucrania, así como la consideración de la energía nuclear como energía verde y sostenible por parte del Departamento de Energía de EEUU -permitiendo su uso para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas para 2050-, han despejado el camino para que EEUU comience a plantearse la posibilidad de anular a Rusia del mercado nuclear. Para ello no solo se estudian determinadas sanciones: también se prepara un plan para estimular la producción doméstica. Así, la Casa Blanca requirió al Congreso, a finales del año pasado, la aprobación de un paquete económico cifrado en 2.200 millones de euros para incrementar la capacidad de enriquecimiento de HALEU (High-Assay Low-Enriched Uranium, en inglés).

De hecho, el Departamento de Energía de EEUU se encuentra recopilando propuestas de compañías estadounidenses para la producción de HALEU a nivel doméstico, y está dispuesto a invertir 500 millones de dólares con ese objetivo. Según este organismo, el HALEU es uranio cuyo isótopo U-235 se ha enriquecido entre un 5% y un 20%, un porcentaje superior al 5% usual. Contiene, por lo tanto, un alto nivel de enriquecimiento necesario "para que la mayoría de los reactores avanzados consigan desarrollar un diseño inferior y obtengan más energía por unidad de volumen", según el organismo fundado por Jimmy Carter. Entre estos reactores avanzados se encuentran los SMR (Small Modular Reactor, pequeño reactor modular en inglés).

Uranio con erre de Rusia

Además, este departamento indica que EEUU necesitará más de 40 millones de toneladas de HALEU para 2030. El problema es que, actualmente, este tipo de uranio enriquecido es producido exclusivamente por Tenex, subsidiaria de Rosatom, empresa propiedad del estado ruso. Conscientes de esta situación, en octubre de 2023 la firma Centrus Energy inició en noviembre de 2023 una prueba piloto para enriquecer uranio mediante el sistema de cascada. Lograrlo sería un gran paso adelante: tres cucharadas de HALEU son suficientes para alimentar la vida energética de un consumidor medio de EEUU, según señaló la compañía en declaraciones a Financial Times.

El plan estadounidense pasa, asimismo, por la construcción de reactores SMR, los cuales ocupan menos espacio y pueden ubicarse en áreas donde no cabrían centrales nucleares más grandes. Sus beneficios van desde la reducción de costes hasta el incremento de la producción, y constituyen un mercado en el que figuras como Bill Gates y Sam Altman -director ejecutivo de OpenAI- han puesto el ojo. En el primer caso, TerraPower, firma fundada por el creador de Microsoft, están construyendo un reactor SMR en Wyoming, mientras que colabora con Centrus Energy para lograr comercializar HALEU en el futuro. En el segundo caso, Sam Altman fundó Oklo, una firma que produce reactores de dimensiones muy pequeñas.

Sin embargo, a EEUU le queda mucho camino por recorrer. Rosatom aglutina el 38% del mercado global de enriquecimiento de uranio, mientras que Rusia concentra el 46% de dicha capacidad a nivel global. Además, este dominio ruso es difícil de romper ya que, en la UE, principal aliado de Estados Unidos, muchos países de Europa del este poseen instalaciones nucleares construidas en la época soviética cuyos reactores nucleares sólo pueden operar con varillas de combustible fabricadas en Rusia.

Carrera nuclear

Asimismo, mientras EEUU continúa desarrollando todas estas líneas de estrategia, el Organismo Internacional de Energía Atómica indica que China tiene prevista la construcción de más de veinte reactores nucleares entre 2024 y 2030, un periodo en el que se construirán 60 reactores en 17 países. Además, Rosatom se encuentra levantando reactores nucleares en países como China, Hungría y Vietnam, los cuales utilizarán productos de origen ruso para su funcionamiento.

Por lo tanto, parece que la lucha por la hegemonía global, en un contexto de crisis climática, ha reactivado la carrera nuclear. En ella juega una parte fundamental el HALEU, uranio cuyo enriquecimiento puede llegar al 20%. Si bien no alcanza el 90% del uranio enriquecido empleado en armas atómicas, resta saber si, en un panorama de tensiones geopolíticas agudizadas, algún estado puede acabar utilizando este fomento del desarrollo nuclear con otro fin diferente al energético.

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