
Meyer Burger Technology ultima el cierre de una de las mayores plantas de producción de módulos solares en Freiberg (Alemania) para principios de abril de 2024, lo que afectaría a unas 500 personas para centrar su crecimiento en Estados Unidos. Para la compañía, continuar con la fabricación solar europea a gran escala no es sostenible por el momento.
Meyer Burger tiene previsto entablar conversaciones con todas las partes interesadas. En caso de cierre, los puestos necesarios en ingeniería, tecnología, gestión de la cadena de suministro y algunas otras funciones críticas en el centro de fabricación de Freiberg tendrían la opción de transferir sus contratos a otras entidades de Meyer Burger.
La decisión final tendría que tomarse antes de la segunda quincena de febrero de 2024, a falta de medidas suficientes para crear unas condiciones equitativas en Europa, como un sistema de compensación por resiliencia. La producción de células solares en Thalheim (Bitterfeld-Wolfen), Alemania, continuaría apoyando el aumento de la producción de módulos solares en Goodyear, EE.UU. La fabricación de equipos y los centros de I+D en Suiza y Alemania no se verían afectados por estas medidas y continuarían desarrollando y produciendo tecnología y equipos para apoyar el negocio de Meyer Burger fuera de Europa.
Gunter Erfurt, Director General de Meyer Burger, explicó: "En EE.UU., podemos aprovechar al máximo nuestra posición de liderazgo tecnológico, que ha suscitado un interés sustancial por parte de los socios y cuenta con el apoyo de políticas industriales favorables. Con una cartera de pedidos de 5,4 GW en virtud de acuerdos de compra y un potencial de generación de EBITDA de aproximadamente 266 millones de euros en 2026, somos capaces de hacer crecer un negocio rentable, proporcionando una perspectiva positiva para nuestros accionistas".
La expansión del negocio en EE.UU. se está llevando a cabo según lo previsto con la puesta en marcha de nuestra planta de producción de módulos solares en Goodyear, que se espera que comience en el segundo trimestre de 2024."
Ayudas europeas
China ha endurecido la batalla por las tecnologías verdes tanto con Europa como con Estados Unidos. Los precios de los módulos solares están en caída libre por la sobreproducción existente y el incremento de los stocks, lo que ha provocado descensos superiores al 50% que ponen en riesgo la aspiración de alcanzar una producción europea de paneles de 30 GW en el año 2030.
La situación ha llegado a tal extremo que Solarpower Europe ha tenido que reclamar un rescate para los fabricantes de paneles solares por el impacto de la caída de precios de, al menos, 100 millones.
Para la asociación de productores fotovoltaicos se ha producido la tormenta perfecta con la caída de precios de la energía, el aumento de los tipos de interés, los cuellos de botella en las conexiones y la lentitud de los permisos que ha provocado que la demanda haya sufrido un importante retroceso frente a las previsiones iniciales.
Por contra, los fabricantes chinos han acelerado la instalación de nuevas plantas de producción de paneles solares y han casi triplicado su capacidad desde el año pasado a este, lo que supone un reto inasumible para las empresas europeas. Prueba de ello es que Norwegian Crystals pidió el pasado 21 de agosto el concurso de acreedores y Norsun ha suspendido la fabricación.
Bruselas, por su parte, ha resuelto ya algunas de las peticiones que lanzó el sector y ahora permite igualar las ayudas que se entregan en otros países para evitar la deslocalización de empresas, como acaba de pasar recientemente con la compañía de baterías Northvolt para evitar su marcha a EEUU.
No obstante, la Comisión no ha dado respuesta a la propuesta de adquisición de emergencia de los inventarios de módulos de los fabricantes europeos de energía fotovoltaica a través de un vehículo para fines especiales a nivel de la UE, y/o mediante la elaboración del Fondo para la reconstrucción verde de Ucrania, ni a la propuesta de creación de un banco de fabricación solar a nivel de la UE, similar al banco de hidrógeno en el marco del programa de innovación.
La patronal reclama acelerar la adopción de la Ley de Industria Net Zero, que incluya una fuerte sostenibilidad y criterios de resiliencia distintos del precio en subastas específicas. Se debería permitir a los Estados miembros crear "Subastas de resiliencia", que premien a los sistemas solares con las mayores cuotas de producción en la UE.