Energía

Goldman Sachs tiene la fórmula para bajar a la mitad la factura energética

  • Una bomba de calor y un vehículo eléctrico pueden amortizarse en tres años y medio
  • La mayor parte del proceso puede producirse sin subvenciones
Una instalación de aerotermia

Goldman Sachs tiene la clave para rebajar a la mitad el coste energético de los hogares: la electrificación. Según un estudio llevado a cabo por el equipo de Alberto Gandolfi, jefe del equipo de Investigación de Servicios Públicos Europeos del banco, la electrificación tiene el potencial de reducir significativamente la factura energética europea.

"Modelizamos la electrificación total de un hogar europeo típico y llegamos a la conclusión de que el cambio a la calefacción eléctrica y la movilidad eléctrica reduciría la factura energética total en más de un 50%" indica Gandolfi en su informe.

Un hogar europeo que invierta en una nueva bomba de calor o un vehículo eléctrico podría amortizar la inversión en tan sólo tres años y medio. Esta sustitución contribuiría a eliminar las emisiones de carbono de los hogares, que representan alrededor del 30% de la huella de carbono total en la UE.

El plan REPowerEU indica que la electricidad podría representar el 55% del consumo de energía primaria en 2030, frente al 20% de 2000 y el 28% actual. Por lo tanto, el impulso a la electrificación puede contribuir a reducir las emisiones e impulsar la seguridad energética, ya que entre el 80% y el 90% de los hidrocarburos europeos son importados. Los objetivos de reindustrialización también podrían verse favorecidos, si la electrificación se aplica correctamente y es deflacionista. 

La "curva de costes de electrificación" de Goldman Sachs Research analiza los costes relativos de las inversiones necesarias para la electrificación en Europa y Estados Unidos. El análisis compara la energía solar, la eólica terrestre y marina, las mejoras de la red eléctrica, las bombas de calor, los vehículos eléctricos y la producción de hidrógeno, ordenándolos de menor a mayor coste.

El análisis muestra que más del 70% del proceso de electrificación en Europa durante los próximos 10 años será deflacionista, si se utiliza como referencia un barril de petróleo a 80 dólares. Este cálculo se basa en el porcentaje de capital invertido que se destina a tecnologías que presentan costes equivalentes más bajos que sus alternativas de hidrocarburos. Para 2030, casi el 90% de los gastos de capital verde en Europa serán deflacionistas, a medida que mejore la economía de los vehículos eléctricos, en particular.

Goldman Sachs Research señala que su curva de costes para la electrificación en Europa durante la próxima década implica que la mayor parte del proceso puede producirse sin subvenciones significativas. "Es posible que se necesiten incentivos para la deslocalización de la cadena de suministro, pero el despliegue de las energías renovables y los costes adicionales asociados a las redes eléctricas y el almacenamiento no requerirían apenas subvenciones verdes", escribe Gandolfi.

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