
El canario Alberto Santana Ramírez ha inventado y desarrollado el Módulo Iónico y la Central Eléctrica Iónica, que están cubiertos por varias patentes internacionales, todas ellas en vigor. La compañía tecnológica que ha creado vende patentes o facilita concesiones o licencias para la fabricación y explotación de la tecnología necesaria para generar energía eléctrica sin emisiones de CO2 y a bajo coste.
El funcionamiento de esta tecnología 100% española se basa en celdas electroquímicas, a través de las cuales circula agua por un circuito cerrado con la ayuda de unos electrodos de aluminio y grafeno.
Puede operar de forma autónoma offgrid como "generador electroquímico de electricidad por la corrosión de los metales que contiene en su interior, con una duración escalable a partir de 26.280 horas útiles en funcionamiento constante hasta la disolución de los electrodos". Funciona con agua salada y como residuo genera hidrógeno aprovechable.
Esta tecnología está clasificada por la Oficina de Patentes Europea (EPO) como fuente de energía renovable mitigadora del cambio climático Y02P20/133. Es enlazable "sin limitación de potencia para todos los sectores: Centrales Eléctricas, Alumbrado, uso Industrial, Hotelero, en Viviendas y Residencial, Recarga de Vehículos Eléctricos, transporte Marítimo, Ferroviario, como vector de apoyo a Eólica y Fotovoltaica, telecomunicaciones estaciones repetidoras , Tratamiento de Aguas, residuales y potables, bombeos, instalaciones aisladas entre otras múltiples aplicaciones". Tambien puede ser usado como acumulador eléctrico en sistemas híbridos.
La empresa española propietaria de la patente de Módulo Iónico recibe el nombre de Central Eléctrica Iónica desde que se presentó hace cuatro años. Entonces ya anunció una colaboración con la marca Volta para diseñar y desarrollar en la Unión Europea este producto de generación de energía basada en energía digital con conversión electroquímica de agua, a través de celdas con repercusión sobre las emisiones de carbono.
Según explica la empresa, a diferencia de la combustión convencional, los módulos de Volta generan energía eléctrica mediante una reacción electroquímica, sin combustión, que prácticamente elimina las emisiones de partículas, NOx y SOx. Los módulos de Volta se pueden desplegar en incrementos de hasta 200 kilovatios sin límitación de potencia, lo que permite que las fuentes de energía se distribuyan por diversas superficies para optimizar la utilización del espacio en negocios comerciales e industriales.
Para su inventor y consejero delegado de Central Eléctrica Iónica, Alberto Santana, el objetivo es crear energía limpia, confiable y asequible para todos en el mundo y ofrecer energía eléctrica Always-On, "altamente confiable y resistente que es limpia y sostenible".
"El futuro depende de la innovación del sistema de energía. Del mismo modo que las empresas confían en la tecnología de red para mantener la productividad, el tiempo de actividad de la red depende de la estabilidad de su fuente de energía. Nuestro trabajo con Volta ejemplifica el compromiso de Central Eléctrica Iónica para reducir la carga energética dentro de la industria de redes y para mejorar la eficiencia operativa de nuestros empleados, clientes, socios y accionistas", asegura Santana.
El invento ayuda a las compañías a "reducir su huella de carbono, sus costos de energía, y garantiza una energía confiable para que puedan continuar brindando experiencias excepcionales al cliente".
Respaldo de Ineco
Tras una evolución conceptual del proyecto y varios prototipos, esta novedosa fuente renovable ha contado con el apoyo de Ineco, la ingeniería y consultoría del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que acogió el pasado verano una nueva presentación del Módulo Iónico en el nuevo Garaje Tech Ineco, un espacio que la compañía pública ha puesto en marcha para favorecer la creación y el diseño de pilotos de innovación y de desarrollos tecnológicos.
El presidente de Ineco, Sergio Vázquez Torrón, apuesta por la innovación como palanca de transformación de la economía y halaga tanto el invento como a su inventor: "Personas como Alberto Santana nos hacen partícipes de soluciones que permiten cambiar el paradigma energético en el que estamos y aportar luz a la lucha contra el cambio climático. Un salto en innovación que puede generar un cambio sistémico en la industria".
"Revolución tecnológica"
Su inventor, Alberto Santana, afirma que "se trata de una auténtica revolución tecnológica, no solo por la energía eléctrica que ofrece, siendo la única celda galvánica a nivel mundial con un potencial de más de 2,2 voltios, sino también por la que ofrece el hidrógeno que desprende la central durante su funcionamiento".
Su uso industrial o inyección a la red eléctrica permite que se pueda utilizar como fuente única o como vector de apoyo a otro tipo de energías renovables, como la eólica o la solar, para mantener una producción eléctrica permanente.
El ejemplo de Barajas
El Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas cuenta con un módulo iónico para generar energía eléctrica de una forma sostenible desde noviembre de 2021, Ineco colabora con Iónica y Alberto Santana, en el funcionamiento de este módulo que se asemeja al de una pila.
Ineco prestó su colaboración en la supervisión de la ejecución de las pruebas y mediciones definidas en el plan, con la participación de doce de sus empleados en este proyecto, que elaboran también los documentos de descripción y de resultados de las pruebas realizadas. El prototipo, en la ubicación definida, presta servicio a siete puntos de recarga eléctrica en corriente alterna, de 22 KW de potencia cada uno de ellos.