Energía

El Gobierno sigue sin designar a la autoridad para el arancel del carbono

  • El mecanismo ha comenzado ya a aplicarse desde el pasado 1 de octubre
Una planta de cobre

El Gobierno sigue sin designar a la autoridad que se encargará de la gestión en España del nuevo arancel al carbono (CBAM) que acaba de crear la Unión Europea.

Según fuentes consultadas por este diario, las empresas industriales afectadas por el mismo han solicitado información al Gobierno sobre qué departamento será el encargado de liderar esta adaptación pero la única respuesta recibida se limita a afirmar que se anunciará cuando la decisión este tomada.

El Ejecutivo, por su parte, ha asegurado a las industrias que las medidas para que los importadores reciban la información pertinente sobre este nuevo mecanismo y las obligaciones que conlleva han sido ya puestas en marcha por parte de Aduanas.

De hecho, con la intención de ayudar a los importadores de la UE y a las instalaciones de fuera de la UE en la aplicación práctica de estas nuevas normas, desde el pasado 1 de octubre está disponible un nuevo registro transitorio CBAM para ayudar a los importadores a realizar y notificar estos cálculos.

La Comisión también está poniendo gradualmente a disposición de las empresas orientaciones escritas detalladas, material de formación en línea y seminarios web, fichas sectoriales y una lista de comprobación paso a paso para ayudarlas a arrancar este mecanismo transitorio.

Antes de que comience el periodo definitivo, se revisará el funcionamiento del CBAM y el ámbito de aplicación de los productos durante su fase transitoria, así como la viabilidad de ampliar su aplicación a otros bienes.

La medida adoptada por Bruselas está destinada a igualar el precio del carbono entre los productos nacionales y las importaciones con el fin de animar a los países exportadores a la Unión Europea a descarbonizar su producción y reducir la brecha de precios que se puede producir. Así se garantiza que las políticas climáticas de la UE no se vean socavadas por la deslocalización de la producción a países con normas ecológicas menos ambiciosas o por la sustitución de productos de la UE por importaciones más intensivas en carbono.

En su fase transitoria, la CBAM sólo se aplicará a las importaciones de cemento, hierro y acero, aluminio, fertilizantes, electricidad e hidrógeno.

Los importadores de la UE tendrán que informar sobre el volumen de sus importaciones y las emisiones incorporadas durante su producción, pero sin pagar todavía ningún ajuste financiero. Las empresas tendrán que recopilar datos durante el cuarto trimestre de 2023 pero su primer informe no tendrá que presentarse hasta el 31 de enero de 2024. Además, se han incorporado una serie de flexibilidades para el primer año como el uso de valores por defecto para la notificación de las emisiones y la posibilidad de utilizar las normas de seguimiento, notificación y verificación del país de producción.

La fase transitoria servirá de periodo de aprendizaje para todas las partes interesadas (importadores, productores y autoridades). Permitirá a la Comisión Europea recopilar información útil sobre las emisiones integradas con el fin de perfeccionar la metodología.

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