El sector fotovoltaico anticipa una fuerte caída del autoconsumo en 2023. Según alertó ayer el director general de la Unión Española Fotovoltaica (Unef), José Donoso, en 2022 se está produciendo una notable "desaceleración del sector residencial".
Esta "dramática" disminución en el ritmo de instalación responde principalmente a la caída de los precios de la electricidad en el mercado mayorista, los cuellos de botella en la tramitación de diversas instalaciones, así como los retrasos de hasta dos años en la concesión y entrega de ayudas NextGeneration.
A todo esto hay que sumar el impacto de la subida de los tipos de interés y de la inflación, que se traduce en una caída en la renta disponible de las economías domésticas.
Donoso aseguró que el verdadero impacto de estos factores se verá en las cifras de capacidad de autoconsumo que se conocerán a finales de año.
En este sentido, abogó por la simplificación administrativa a la hora de tramitar proyectos. Además, defendió que la experiencia en los retrasos en la gestión de ayudas demuestran que "lo ideal es sustituir las subvenciones por las desgravaciones fiscales". "Son mucho más ágiles, automáticas y no requieren toda las tramitaciones actuales", explicó el director general de Unef.
Para la patronal incrementar la variabilidad del término de potencia eléctrica y fomentar el autoconsumo colectivo y las comunidades energéticas también son factores clave para solventar la caída de las instalaciones.
Tal y como recoge el informe anual de la patronal fotovoltaica, el año pasado se pusieron en marcha 2.507 MW de autoconsumo, el doble que en 2021, y se alcanzaron los 5.249 MW de capacidad acumulada.
El sector de autoconsumo industrial es el que más creció en 2022 pasando de 493 MW a 1.178 MW lo que supuso un incremento del 47% con relación al año pasado.
Fotovoltaica en cifras
España se posicionó en 2022 como el primer mercado de Europa con unos 7.200 MW instalados. Superó a Alemania, quien ha liderado el mercado europeo durante la mayor parte del tiempo en los últimos 20 años (sólo seis veces no ha sido el principal mercado de la UE, remplazado una vez por Italia, dos por España y tres por el Reino Unido).
El 2022 fue el mejor año para el desarrollo fotovoltaico en España. Se instalaron 4.701 MW de plantas en suelo, superando en un 30% las cifras de 2021.
Según el informe de Unef, respecto a la contribución del sector fotovoltaico a la economía, la huella económica total del sector (estimada como la agregación de la generación de PIB directo, indirecto e inducido tanto dentro como fuera de la economía nacional,) alcanzó en 2022 los 15.656 millones de euros.
Desde el punto de vista del empleo, la huella total en España ascendió a 197.383 trabajadores nacionales ligados directa, indirecta e inducidamente al sector fotovoltaico en 2022, de los 59.100 fueron directos, 97.600 indirectos y 40.683 inducidos, respectivamente.
Por su parte, el sector fotovoltaico generó en 4.940 millones de euros en exportaciones, un 81% más que en 2021.