La crisis energética global obliga a inclinarse por las energías limpias y en Washington lo tienen claro. La Casa Blanca emitió este jueves un comunicado en el que anunciaba una serie de pasos para continuar desarrollando la industria eólica nacional, la cual permitirá crear "miles de trabajos sindicalizados y bien pagados a lo largo de todo el país", así como reforzar la seguridad energética" y reducir la contaminación.
Este tipo de energía, que supuso el año pasado el 10,2% del volumen total de energía producida en Estados Unidos, es una apuesta clara de la Administración Biden. En este sentido, desde que la Ley de Reducción de Inflación fue tramitada en agosto de 2022, la inversión en la industria eólica marina ha aumentado 7.700 millones de dólares, mientras que el número de firmas que desde entonces han decidido participar en su cadena de suministro se ha elevado un 54%, hasta las 4.100 empresas en todo el país. En este sentido, Washington asegura que el desarrollo de esta industria es transversal a múltiples sectores como la manufactura, construcción y la construcción naval.
Concretamente, la Casa Blanca destaca tres líneas de acción sobre la energía eólica marina, la cual, según el Informe de Energía Eólica Marina del Departamento de Energía, posee una capacidad de 52.687MW.
Por un lado, una inversión total de 72 millones de dólares en áreas de investigación y desarrollo tecnológico focalizado en la energía eólica. Concretamente, la Oficina de Materiales y Manufactura Tecnológicas Avanzadas (AMMTO, en sus siglas en inglés), recibirá 30 millones de dólares que se distribuirán en 13 proyectos que se dedicarán, por ejemplo, a utilizar impresoras 3D para elaborar álabes de turbina.
Paralelamente, AMMTO inyectará 15 millones de dólares para un proyecto de innovación de la producción energética doméstica, así como la adquisición de componentes para la producción de energía eólica e hidráulica. Por su parte, la Oficina de Tecnologías de Energía Eólica recibirá 27 millones de dólares para financiar proyectos cuyo objetivo es minimizar los costes.
Otra de las líneas de acción destacadas por la Administración Biden es reforzar la cadena de suministro de la energía eólica en la costa este. Para ello, la Casa Blanca pretende consolidar el Memorando de Entendimiento (MOU, en sus siglas en inglés) que han firmado nueve estados de la costa atlántica -Connecticut, Maine, Maryland, Massachusetts, New Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Carolina del Norte y Rhode Island- y cuatro departamentos estatales -Energía, Interior, Comercio y Transporte-.
El objetivo del MOU, según el gobierno, es reforzar la colaboración entre los estados firmantes, así como incentivar elementos como el desarrollo de buques capacitados para captar y distribuir energía eólica y la producción metalúrgica estadounidense, lo cual permitirá expandir tanto las industrias mencionadas como "los trabajos bien pagados en múltiples regiones".
Finalmente, la última de las líneas de acción es el lanzamiento de un Plan de Acción para la Transmisión Eólica Marina en la Región Atlántica, diseñado por el Departamento de Energía y el Departamento de Interior. Dicho informe se enmarca en la estrategia de Washington para desplegar 30GW de energía eólica en 2030 y 100GW en 2050. Además, según el Departamento de Energía, este plan ha tenido en cuenta la opinión de expertos, gobiernos estatales y naciones tribales.
En definitiva, la búsqueda por energías alternativas ha abierto una ventana de oportunidades que muchos países, al igual que EEUU, quieren aprovechar. En Europa, por ejemplo, Hungría está decidida a convertirse en el 'hub' continental de baterías para coches eléctricos. Por su parte, España ha realizado una apuesta por el hidrógeno verde que ha llevado a la elaboración del proyecto H2med, un corredor que transportará dicho vector energético desde la Península Ibérica a los países del centro y del norte de Europa.