Casi la mitad de los hogares afirma desconocer el precio que paga por la luz, según un reciente estudio de la consultora global de estrategia y marketing Simon-Kucher.
El análisis, Estudio sobre el Consumidor Energético en España de 2023, revela un mayor conocimiento del mercado eléctrico y sus precios por parte de los consumidores. Se ha incrementado en más de un 20% el número de hogares que indica saber el precio que paga por kWh, siendo todavía llamativamente bajo. Aumenta de un 44% en 2022, a un 53% en este año.
Además, un 67% de los consumidores reconoce no estar seguro de haber contratado la tarifa de luz más atractiva.
Por otra parte, y a pesar de que los precios han disminuido en comparación con la segunda mitad de 2022, el estudio realizado por Simon-Kucher también revela una distorsión notable entre la percepción y la realidad, incluso más sorprendente que en años anteriores.
Según los datos de la OCU, la factura de energía en el mercado regulado ha disminuido aproximadamente un 40% desde finales de 2022. Sin embargo, durante el mismo período, la percepción de los hogares sobre el aumento de los precios se ha incrementado en alrededor del 5%, lo que implica una brecha de 45 puntos porcentuales.
En el análisis de 2022 ya se observó una importante distorsión entre la realidad y la percepción del consumidor. En comparación con el 2021 el aumento de importe que experimentaron las facturas en el mercado regulado se estimaba entre un 50% y un 100%, pero los consumidores percibían un aumento muy superior, donde casi la mitad de los encuestados aseguraban que el incremento de su factura estaba por encima del 300%.
Sostenibilidad
El 55% de los hogares ha adoptado hábitos de consumo más amigables con el medio ambiente en los últimos cinco años. Además, un 89% ha realizado cambios, ya sean pequeños o significativos, en esta dirección. Curiosamente, cuando se trata de tomar decisiones de compra, el sector energético lidera en términos de consideraciones sostenibles, con el 72% de los hogares destacando la importancia de la sostenibilidad en sus elecciones.
A pesar de esta creciente conciencia y compromiso con la sostenibilidad, la disposición de las personas a gastar dinero en productos y servicios sostenibles es la más baja en comparación con otros sectores como bienes de consumo, turismo, automoción y servicios financieros.