
El consejo de administración de Naturgy se reunirá la próxima semana para abordar el nombramiento de Ignacio Gutiérrez Orrantia como nuevo consejero delegado. El nombramiento se espera que suponga un reparto de las labores ejecutivas entre Francisco Reynés, hasta el momento presidente ejecutivo, y el nuevo directivo proveniente de Citi.
La compañía inició el proceso de búsqueda de un consejero delegado hace más de seis meses con la vista puesta en mejorar el cumplimiento de las recomendaciones de gobierno corporativo.
Durante el proceso han sido varios los nombres que han aparecido en unas quinielas que se han mantenido muy restringidas y donde sonaron con fuerza ejecutivos de la casa como el secretario general del consejo, Manuel Cobaleda, que negó en todo momento estar en un proceso de esta índole.
Finalmente, Reynés habría logrado convencer a Ignacio Gutiérrez -con el que al parecer mantiene una buena relación personal- para que abandonase su puesto en Citi y se incorporase a la energética en un momento especialmente delicado.
Naturgy lanzó en febrero de 2022 el proyecto Géminis para escindir la compañía en dos: una regulada (Naturgy Networks) y otra liberalizada (Naturgy MarketsCo).
El sector esperaba que ambas Newco pasaran a contar con Pedro Larrea y Jorge Barredo como consejeros delegados y Reynés permanecería como el presidente de ambas aunque con menores responsabilidades ejecutivas. Tras la invasión de Ucrania, el proyecto entró en coma y la crisis energética así como el riesgo de que se produjera una guerra de opas entre Total y Repsol en plena crisis energética acabó por dejarlo prácticamente en vía muerta con el golpe sobre la mesa de Ribera negando el pan y la sal a esta operación. Las valoraciones que surgían además no reflejaban el valor que esperaba aflorar, el reparto de la deuda también tenía problemas y tampoco se resolvía el principal motivo de la escisión: darle liquidez a CVC y GIP para salir de la compañía antes de 2026.
Según fuentes consultadas por elEconomista.es, CVC está a punto de cerrar un superfondo de 25.000 millones en el que pretendía utilizar el negocio liberalizado de Naturgy como una de sus primeras inversiones ancla. Por otro lado, GIP ha intentado también lanzar un fondo a perpetuidad donde encajaba el negocio regulado de la gasista.
Con esta operación, ambos fondos lograban una mayor liquidez para su desinversión y podían realizar, de nuevo, importantes plusvalías en una inversión que se ha convertido en enormemente rentable para ambos.
Pacto de gobernabilidad
La decisión de incorporar ahora un nuevo consejero delegado parece formar parte de un pacto de gobernabilidad entre todos los fondos implicados, incluida Criteria e IFM.
Con este escenario de menor peso en la gestión, Reynés se abrió a nuevos retos profesionales y aceptó un puesto en el consejo de administración de Veolia.
La presencia del presidente de la energética en el grupo francés puede suponer una oportunidad para abrir el mercado galo a Naturgy o al revés pero también supone un cambio en las condiciones de presidente ejecutivo único.
La llegada de Gutiérrez Orrantia supone la incorporación de otro perfil financiero, muy similar al de Reynés, pero la buena relación existente entre ambos debe trazar el nuevo camino de la compañía y fijar una estrategia de crecimiento ante un escenario de fuerte crecimiento del biogas que abre una enorme oportunidad de crecimiento a la compañía.