
El Tribunal de Cuentas de la UE ha advertido este lunes de que el bloque comunitario corre el riesgo de no cumplir los objetivos acordados en materia de energía y clima y, por tanto, el plan de reducir un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2030, respecto a los niveles de 1990.
Si bien en octubre de 2022 la Comisión Europea notificó que la UE había alcanzado sus tres objetivos climáticos y energéticos para 2020, el informe de los auditores de la UE apunta que gran parte de la consecución de tales metas se debieron a "factores externos como la pandemia" y su contribución a la reducción de emisiones.
Además, consideran que tampoco se habrían cumplido los objetivos de eficiencia energética si no fuera por la reducción de consumo propiciada por la crisis financiera del 2008 y la pandemia. Aunque consideran que existe una falta de transparencia en la forma en la que los países contribuyeron a lograr ciertos hitos vinculantes a través de sus planes flexible.
"Necesitamos más transparencia con respecto al rendimiento de la UE y de sus Estados miembros en las acciones climáticas y energéticas»", señaló ante los medios la miembro del Tribunal que dirigió la auditoría, Joëlle Elvinger.
En este sentido, el informe critica la falta de información sobre el coste real de lograr los planteamientos proyectados en relación al presupuesto de la UE, los presupuestos nacionales y el sector privado. Por ello, es difícil para los ciudadanos y las partes interesadas determinar si la UE está alcanzando las metas de manera efectiva en términos de costes.
En una perspectiva de futuro, los auditores han mostrado su preocupación por que haya financiación suficiente para alcanzar los objetivos más ambiciosos para 2030. Concretamente por la implicación del sector privado que debería contribuir de forma significativa.
Ante la falta de ambición climática que se ha señalado la Comisión en ciertos Estados miembro, los auditores han puesto en el foco en que las propuestas de incrementar aún más los objetivos (especialmente las propuestas del paquete de medidas «Objetivo 55» y de REPowerEU Plan) aumentarán las necesidades financieras.
Elvinger ha abogado por que "todas las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por la UE" se tengan en cuenta, sin excluir el comercio ni la aviación y el transporte marítimo internacionales.