Energía

Sudáfrica se queda sin luz: la inestabilidad política se convierte en aliado del caos y el crimen

  • El presidente del Gobierno señaló en febrero que sufren una "crisis energética"
Panorámica de Johannesburgo. Foto: Alamy

Los países que conforman el continente de África llevan años intentando prosperar. De hecho, ha habido proyectos, como el de Johannesburgo (Sudáfrica), que se han quedado a medias pese a sus esfuerzos por prosperar. Tras haber levantado instalaciones de todo tipo, ahora estas han quedado inútiles ante los problemas de suministro de todo tipo.

Esta situación se repite desde 2016, cuando el Partido Nacional Africano perdió el Gobierno y desde entonces, ha ido pasando por diferentes grupos de coalición. Se sucedieron varios pactos entre partidos políticos, pero ninguno logró estabilizarse, así la ciudad ha quedado en una posición de desgobierno, donde el caos, la corrupción y el crimen son los grandes protagonistas.

La escasez de electricidad es consecuencia de los retrasos en la construcción de centrales de carbón o las irregularidades en los contratos de suministro, entre otras razones. El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramphosa, señaló a principios de año: "Estamos sumidos en una profunda crisis energética".

La ex alcaldesa, Mpho Phalatse, que ocupó esta posición desde octubre de 2022 hasta enero de 2023, informa que Johannesburgo necesita 16.300 millones de dólares para hacerse cargo de las infraestructuras que carecen, que básicamente se centran en energía, agua y saneamiento. El actual Ayuntamiento tiene previsto gastar el presupuesto en ayudas para adelantar los retrasos que llevan las obras.

"Si bien somos conscientes de los crecientes retrasos, nuestra capacidad de respuesta es limitada debido a la supresión del rendimiento de los ingresos en los últimos años", señala el ex alcalde y miembro del comité de finanzas del Congreso Nacional Africano.

La tasa de desempleo alcanza el 32,9% y 18 millones de cerca de 60 millones de personas dependen de subvenciones públicas. La ciudad es escenario de todo tipo de actos vandálicos, por ejemplo, los edificios abandonados son ocupados por grupos criminales, que desmantelan las infraestructuras para luego vender los materiales en mercados ilegales.

Los cortes de luz implementados por la empresa estatal, Eskom Holdings, son una constante. De esta forma, el mal funcionamiento de los semáforos convierte la conducción en un riesgo al que se le suman los baches, alcantarillas descubiertas y múltiples factores. En muchos tramos, las personas sin hogar han asumido el rol de policías para controlar el tráfico.

Las pérdidas provocadas por los robos y el mal funcionamiento eléctrico suman 27 millones de dólares, según City Power, la empresa que distribuye la electricidad. Sin embargo, el banco central va más allá y cifra en 48,7 millones de dólares el desembolso diario. Asimismo, este mismo organismo estima que la tasa de crecimiento del país bajó dos puntos porcentuales este año.

"Puede que no estemos en un punto en el que Sudáfrica sea un estado fallido, pero ciertamente somos un gobierno fallido", dijo Tessa Dooms, directora de políticas de Rivonia Circle, una asociación dedicada a construir una "democracia robusta y sostenible" en esta nación.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky