Energía

El Parlamento Europeo votará en septiembre la Directiva de renovables

  • Tras tres meses de bloqueo se vuelve a alcanzar un acuerdo
  • El 28 de junio se someterá al Comité de Industria
  • El hidrógeno rosa y el verde mantendrán su distinción
Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea

La Directiva de renovables comienza a coger velocidad de crucero para poder elevar el objetivo de renovables de la Unión Europea hasta el 45% (42,5% vinculante y 2,5% indicativo) frente al 32% actual. Tras tres meses paralizada, desde que el pasado 30 de marzo se anunciara un acuerdo preliminar entre el Parlamento y el Consejo Europeo, la nueva redacción parece ahora ya lista para finalizar la historia interminable en la que parecía haberse convertido su tramitación con constantes tiras y afloja por parte de Francia y Alemania para determinar el papel de la energía nuclear en la producción de hidrógeno.

El eurodiputado socialista, Nicolás González Casares, indica que ha informado ya a Markus Pieper, representante de los populares, de la intención de su Grupo de aceptar la nueva redacción acordada este pasado viernes y ha pedido que se acelere la votación para que esta normativa -básica para el desarrollo de las energías limpias- puede entrar en vigor cuanto antes.

Según indica Pieper, la votación final se producirá ya el próximo mes de septiembre pero en el Comité de industria lo hará este próximo 28 de junio.

El acuerdo impulsado por la presidencia sueca se produce después de que un grupo de 20 asociaciones europeas y 10 países miembros presionaran la semana pasada para que las negociaciones de esta Directiva -incluida en el Paquete Fit for 55- se aprobara cuanto antes.

Eurelectric, WindEurope, Solarpower Europe, Transport & Environment, Hydrogen Europe, Eurometaux, SmartEn, Avere o el European Cooper Institute, entre otras, respaldaron una carta en la que reclamaban una aprobación inmediata para superar los problemas que se están registrando en los permisos y que ha supuesto que solo durante el año pasado un total de 14 GW se hubiesen quedado desiertos en las subastas convocadas por distintos estados miembros.

Antes de llegar a este previsible acuerdo, Francia y Alemania han mantenido un fuerte tira y afloja sobre el papel de la energía nuclear para que el llamado hidrógeno rosa pueda ser utilizado para cumplir con un objetivo para su uso como combustible renovables de origen no biológico.

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