Iberdrola avanza en la que será la mayor planta de metanol del hemisferio sur. La compañía acaba de cerrar un acuerdo de compra con la eléctrica estatal Hydro Tasmania para hacerse con la central de Bell Bay, donde planea ubicar el llamado proyecto Bell Bay Powerfuels.
La compañía española, junto con el promotor Abel Energy, está iniciando los trámites para llevar a cabo una inversión de 1.140 millones de euros para la instalación de una planta de producción de hidrógeno y de metanol.
La selección del emplazamiento acelera así el desarrollo del proyecto, cuya ingeniería y diseño (FEED) comenzarán dentro de unos meses y se espera que la explotación comercial se inicie en 2027.
El proyecto requerirá el desarrollo de nuevos activos de generación de energía a cargo de Iberdrola para proporcionar suficiente electricidad renovable al electrolizador de 240 MW. Esta unidad generará el hidrógeno verde necesario para la producción in situ de metanol verde destinado al suministro de buques.
La intención es contar con una primera fase de 200.000 toneladas para llegar a las 300.000 toneladas anuales de producción propuestas en un segundo estadio, lo que convertirá la instalación en la mayor de este tipo en el hemisferio sur.
La central eléctrica de Bell Bay de Hydro Tasmania funcionaba originalmente con petróleo cuando se puso en marcha en 1971. Tenía su propio atraque de aguas profundas para recibir a los petroleros. El atraque sigue en pie y será utilizado por Bell Bay Powerfuels para exportar su producción de metanol. La central eléctrica será demolida, aunque existe el deseo de conservar y reutilizar algunas de las estructuras existentes.
Ya se han logrado avances significativos en otros componentes del proyecto, como el suministro de biomasa procedente de plantaciones certificadas, el abastecimiento sostenible de agua, la capacidad de ingeniería y los acuerdos para el de suministro del metanol.
Iberdrola alcanzó el pasado mes de diciembre un acuerdo con Abel Energy, tal y como adelantó elEconomista.es, para desarrollar esta planta en el norte de la isla de Tasmania (Australia). La eléctrica española se convertirá en el socio financiero del proyecto. La futura planta requerirá 50 empleados locales al comenzar en 2027 y generarán otros 150 empleos indirectos. La construcción dará empleo a unas 500 personas.
Iberdrola se ha convertido en uno de los líderes del mercado australiano, contando actualmente con 1.062 MW de capacidad instalada, así como una cartera de proyectos con más de 2 GW de varias tecnologías. Además, la compañía dispone, a través de diversos activos en propiedad, leasing o de energía adquirida mediante cuatro PPA (245 MW) y baterías de almacenamiento energético (75 MW).
Esos 75 MW incluyen los 25 de la batería que ya gestiona en el parque eólico de Lake Bonney, en Australia del Sur, y otros 50 que va a operar en la subestación de Wallgrove, en Nueva Gales del Sur, a través un acuerdo suscrito con la distribuidora local TransGrid. En 2021, Iberdrola finalizó el montaje del último aerogenerador de Port Augusta en Australia del Sur, su primera planta híbrida eólica solar en el mundo.