
En la senda hacia la neutralidad climática de la UE, la energía nuclear no es que se antoje de plato de gusto para todos. Las escisiones se hacen patentes entre Estados miembro al abordar esta controvertida cuestión, y también los intereses que subyacen. Si poco a poco parece que cada vez se dibujan unas líneas más claras, las divisiones retratan un grupo de países favorable, liderado por Francia, y un grupo detractor, encabezado por España y Alemania. Y todo para dilucidar si calificar de verde el hidrógeno producido con energía nuclear, conocido como hidrógeno rosa.
El debate de los ministros de Energía de la UE de este martes ha tenido como una de las cuestiones principales si incluir en la directiva de renovables este tipo de hidrógeno producido a partir de energía nuclear, como parte del paquete legislativo del gas, que busca incluir gases como el biometano o el hidrógeno en la normativa europea.
La polémica estaba servida a la llegada al encuentro. Es más, los países han ido fijando sus posiciones en las últimas semanas para perfilar claras preferencias sobre un debate que trata de dilucidar si el futuro de la UE considerará el hidrógeno rosa como verde o no.
España, Alemania y otros seis países remitieron hace unos días una carta al Ejecutivo comunitario en la que apelaba a que no se ampare bajo la etiqueta de "verde" el hidrógeno producido a partir de energía nuclear, con un razonamiento en el que enumeraban que "reduciría la ambición" y "ralentizaría el desarrollo de renovables mientras, al tiempo, podría "en peligro la consecución de objetivos climáticos".
La posición opuesta, abanderada por Francia y secundada por otros siete países entre los que se cuentan Rumanía, Bulgaria, Polonia, Croacia o Hungría, instaba a Bruselas en un escrito a redactar una enmienda para incluir el hidrógeno producido con energía nuclear en su directiva de renovables. En paralelo, también demandaban que sean los Estados miembro los responsables de escoger su mix energético.
El mensaje fue claro por parte de la ministra francesa para la Transición Energética, Agnès Pannier, que señaló que la UE no se puede "permitir el lujo de prescindir del hidrógeno bajo en carbono" para mantener la competitividad de las empresas y avanzar en la descarbonización de la economía.
En todo caso, este miércoles proseguirán las negociaciones entre los Estados miembro a nivel de embajadores y el Parlamento Europeo sobre la directiva de las Renovables. La ministra de Energía, Comercio e Industria de Suecia, país que ostenta la presidencia de turno del Consejo, Ebba Busch, ha mostrado en rueda de prensa su intención de avanzar en este dossier en la reunión de los Veintisiete.
Respecto a las demandas de Francia en favor de la nuclear, la comisaria de Energía, Kadri Simson, ha indicado que corresponde a los Estados miembro determinar qué porcentaje del mix energético es nuclear aunque "es cierto que algunos países han mostrado un interés renovado en nuevas instalaciones nucleares".
Considerando que la flota nuclear comunitaria es "relativamente vieja" ha apuntado Simson, la Comisión Europea presentará orientaciones sobre los estándares para los pequeños reactores nucleares modulares, considerando que conformará un elemento fundamental en las decisiones de los países a la hora de decidir construir nuevas plantas o alargar la vida útil de las existentes.