Energía

"La reforma de mercado debe ser duradera y reforzar la independencia"

  • "El lunes presentaré nuestra evaluación sobre la seguridad de suministro"
  • "No habrá subvenciones para los combustibles fósiles. Hay acuerdo en esto"
  • "La industria duda porque el coste del hidrógeno verde aún no es competitivo"
Kadri Simson, Comisaria de Energía de la UE

Kadri Simson, comisaria de Energía, visitó España esta semana justo cuando se cumple un año de la invasión rusa de Ucrania que ha llevado a los mercados energéticos a unos niveles de volatilidad nunca vistos. La comisaria repasa en exclusiva con elEconomista.es, las líneas maestras de la política energética comunitaria.

Un año después de la invasión de Ucrania por Rusia, ¿Cómo han reaccionado los estados?

En comparación con la situación de hace un año, ahora estamos en una posición más estable. Nuestros almacenamientos de gas están al 64%, el doble del año anterior. Los precios del gas han bajado a niveles previos a la guerra. Sabemos que algunos de nuestros estados miembros aún reciben gas ruso, así que la batalla del año pasado aún no es la definitiva. Tenemos que priorizar el cambio de combustible, eso significa que si podemos reemplazar los combustibles fósiles por electricidad renovable, deberíamos hacerlo.

¿Serán necesarias más medidas de emergencia?

Todavía no hemos tomado una decisión sobre si necesitaremos prolongar las medidas de emergencia del año pasado, pero, si fuese necesario, tendría sentido hacerlo porque fortalecen la solidaridad entre los estados miembros.

Ante el intento de Putin de dividir Europa, reforzamos la solidaridad que devolvió la confianza a nuestros mercados energéticos. Implementamos medidas para reducir la demanda de gas, que era necesario porque simplemente no había suficiente GNL disponible en el mercado mundial para reemplazar al gas ruso. Y ahora hemos adoptado medidas para realizar compras conjuntas antes de comenzar a rellenar nuestros almacenamientos subterráneos de gas. Pronto habrá una primera compra a nivel europeo de gas natural a los socios de confianza. Por lo tanto, todas estas medidas temporales nos han llevado a una situación de relativa estabilidad por el momento.

¿Cree que la crisis de precios ha terminado o tendremos nuevos episodios de picos de precios del gas?

Hay tres factores que podrían empeorar nuestra situación. En primer lugar, todavía recibimos gas ruso. Si Rusia detiene los flujos de gas por completo, eso empeorará la situación del mercado global, porque Rusia no tiene conexiones alternativas de gaseoductos. Eso significa que simplemente eliminarán miles de millones de metros cúbicos de gas de los mercados globales.

El segundo factor es la demanda mundial. Asia es un gran mercado de importación de GNL, y si China pone fin a sus medidas de bloqueo de Covid y regresa como un importante comprador de GNL, como hizo en 2021, esto también podría disparar los precios a niveles excesivos.

Y el tercer factor es el clima. Este año tuvimos un clima muy templado en invierno, pero creó problemas durante el verano por la ola de calor y la sequía del sur de Europa, y eso significó que tuvimos que reemplazar la energía hidroeléctrica con gas. Estos tres factores pueden hacer que nuestra situación sea más difícil, pero ahora tenemos muchas herramientas a nuestra disposición. Por ejemplo, el mecanismo de corrección del mercado nos permite controlar cuál será el precio más alto que estamos dispuestos a pagar.

¿Hay una fecha para decidir si se prolongan las medidas de emergencia por parte de la Comisión?

Presentaré nuestra evaluación sobre la seguridad del suministro el próximo lunes cuando todos los ministros de energía se reúnan en Estocolmo. Luego escucharé con mucha atención su evaluación, y, finalmente, la Comisión -antes de finales de marzo- estará en situación de decidir sobre la posible prórroga de estas medidas temporales.

¿Hemos olvidado la emergencia climática? ¿Se puede romper el mercado único de la energía?

Europa siempre ha sido una región líder en transiciónenergetica y, a pesar de las dificultades que nuestros gobiernos afrontaron el invierno anterior y, a pesar de la necesidad de un cambio de combustible, ninguno de nuestros gobiernos ha anunciado que retirará su compromiso de eliminación gradual del carbón. Por el contrario, nuestros estados miembros van a dedicar volúmenes significativos de los planes de recuperación a la financiación de la transición energética.

¿Qué espera de la presidencia española? ¿Espera que se adopte el paquete de gas? ¿Será el punto principal o habrá otros temas importantes en esta presidencia?

Es maravilloso que en este momento los temas de energía y clima también se discutan entre los líderes. Solían ser discusiones a nivel técnico con los ministros de energía pero ahora los líderes toman mucho interés y reconocen que si aceleramos la transición verde, los precios bajarán. Y además de eso, esta también nuestra política de seguridad porque disminuye nuestra dependencia de los combustibles fósiles importados.

Espero que bajo la presidencia española podamos completar todos los expedientes del Fit for 55 porque es una legislación ordinaria que nos permite enviar señales claras de inversión a los sectores.

La inversión indica, por ejemplo, que aumentaremos significativamente nuestros objetivos renovables dentro de esta década. Esto también es una señal clara para el mercado del gas de que, a pesar de que necesitaremos gas durante un par de décadas más, nuestro objetivo final es llegar a ser climáticamente neutros y eso significa que el gas también se descarbonizará, ya sea por el reemplazado por biogás o luego promoviendo hidrógeno verde. Y España está en una posición ideal para promover este enfoque. Y además de eso, la transición justa también será un enfoque de la comisión. Esta no es la primera transición en nuestra economía, pero esta transición debe tener lugar de manera que todas las regiones sean tratadas de manera justa. Y si se pierden algunos de los empleos en el sector minero haremos todo el esfuerzo necesario para crear nuevos empleos limpios en la misma región para que las personas no se vean obligadas a mudarse de sus hogares.

Y este principio de transición justa no es solo nuestro enfoque a nivel de la UE, sino que también mantenemos nuestro liderazgo mundial en la financiación climática global y también promovemos este enfoque con países como Sudáfrica o Indonesia. Esta transición justa realmente marca una diferencia cuando las personas entienden que la fase actual de producción de energía, estas alternativas están disponibles y no son tan dañinas para el clima, sino también a su salud personal.

¿Qué va a pasar con la directiva de fiscalidad energética del paquete Fit for 55? ¿Se aprobará?

Las propuestas que son necesarias para lograr nuestro objetivo final de convertirnos en climáticamente neutros, se están moviendo a través de los procedimientos de toma de decisiones con un ritmo diferente. Algunos de los expedientes ya están concluidos, por ejemplo, el sistema de comercio de derechos de emisiones ya está acordado. Otros están tardando más tiempo como la propuesta relativa a las energías renovables. Y esto también es cierto con los impuestos. Debido a los altísimos precios de la energía, creo que las circunstancias son un poco difíciles, pero la Comisión sigue apoyando a los colegisladores porque tenemos que enviar señales claras de que no subvencionaremos los combustibles fósiles, incluso sin decisiones fiscales. Y creo que hay acuerdo en eso. Pero claro, la fiscalidad siempre ha sido un expediente muy difícil porque exige unanimidad y eso significa que todos los estados miembros deben estar de acuerdo.

¿Necesita Europa una política industrial más ambiciosa? La Comisión presentará el 14 de marzo sus propuestas sobre materiales críticos y el mecanismo para hacer frente a la competencia de EEUU.

Tenemos que abordar todos los posibles cuellos de botella que se interponen en nuestro camino para acelerar la transición. En 2020 ya teníamos unos objetivos claros y desde entonces les pedimos a los estados miembros que duplicasen la participación de las energías renovables en el mix. Algunos de ellos identificaron las barreras que postergan la llegada de nuevos proyectos y hemos abordado esos problemas con nuestra directiva sobre energías renovables y también con nuestras medidas de crisis.

Ahora hay otro desafío para la instalación de molinos de viento o parques solares. Tenemos que recuperar la producción en Europa y esta es una de nuestras prioridades.

Luego está el desafío de los minerales críticos que también lo acompañaremos de nuestra Ley Industrial, que no solo aborda el cambio de suministro sino que también priorizará la reciclabilidad. Y si podemos reutilizar los materiales críticos que ya están aquí, también deberíamos priorizarlo. Ahora sobre nuestra competitividad frente a otros mercados, creo que los precios asequibles de la energía jugarán un papel importante. Hay que tener en cuenta que en comparación otras regiones cuentan con petróleo y gas.

¿Qué podemos esperar de la revisión del mercado mayorista?

El 13 de febrero concluimos una consulta pública sobre el diseño del mercado eléctrico y recibimos más de 300 respuestas únicas. Eso demuestra que hay mucho interés. Nuestro objetivo es presentar una reforma específica. Con ello, esperamos poder finalizar el procedimiento junto con los colegisladores antes de las elecciones al Parlamento Europeo y preferiblemente incluso antes.

Hay tres pilares principales. Cómo enviar señales claras de inversión para que aceleremos la transición verde. Los PPA y los contratos por diferencia son las soluciones que podrían ayudarnos en este sentido. Luego, cómo permitir que los consumidores se beneficien de la mayor proporción de energías renovables asequibles en nuestro mix energético. Cómo permitir también que los pequeños productores se beneficien de la transición verde para que los pequeños hogares puedan ocuparse de su propio consumo.

Y un tercer aspecto, igual de importante, es la protección del consumidor. En torno a esto, creo que esta reforma del mercado eléctrico, nos permitirá presentar una legislación adecuada para los próximos años. Pero esto no es temporal para hacer frente a la situación actual que tenemos por la manipulación rusa, sino que debe ser algo que esté orientado al futuro y refuerce nuestra independencia energética.

España ha pedido a la Comisión Europea ampliar el tope al gas. ¿Cree que este mecanismo debería terminar en mayo?

Efectivamente, hemos tenido reuniones a nivel político con los ministros español y portugués, y creemos que esta exención ibérica está justificada por el hecho de que la Península aún no está suficientemente interconectada con el resto de Europa.

En este sentido, creo que nuestra mayor prioridad es acelerar los proyectos de las interconexiones eléctricas como la del Golfo de Vizcaya o las dos interconexiones eléctricas.

España ha pedido una prórroga de la excepción ibérica, y creo que esto da ciertas garantías, pero al mismo tiempo espero que este 2023, ya no sea tan necesario porque conseguiremos bajar los precios al gas. Ya hemos alcanzado los niveles de precios de antes de la guerra y si enviamos señales claras de que nuestro consumo de gas estará bajo control, si nuestros almacenamientos de gas siguen tan llenos como están, y si nuestro proyecto de compra conjunta es un éxito, entonces deberíamos ser capaces de evitar los precios que en realidad estaban detrás de esta exención peninsular ibérica.

¿Qué papel jugará el banco de hidrógeno?

Hace dos años presentamos una estrategia del hidrógeno muy ambiciosa, y con nuestro plan Repower EU anunciamos qué volúmenes importantes de gas natural serán sustituidos por hidrógeno verde para finales de esta década. Pero vemos que la industria duda en tomar las decisiones de inversión necesarias para sustituir los equipos e iniciar la producción con hidrógeno verde porque su coste aún no es competitivo. El Banco del Hidrógeno abordará estas diferencias de precios para que podamos atender tanto a la demanda como a la oferta y ampliar la escala del hidrógeno. Creemos que si la escala es mayor, los precios serán más competitivos. Y en esta fase inicial, parece necesaria cierta inversión pública. Y esa es la lógica que subyace al anuncio de este banco de hidrógeno.

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