Repsol ha crecido alrededor de un 50% en comunidades solares en 2022 respecto al 2021. Actualmente, la compañía cuenta con más de 350 instalaciones de Repsol Solmatch -un servicio de autoconsumo compartido creado en el 2020 por la petrolera- repartidas por toda España, en distintas fases de implantación.
Si comparamos con las comunidades solares con las que Repsol Solmatch fue lanzado al mercado, que fueron un total 30, la compañía dirigida por Josu Jon Imaz ha multiplicado por más de once la cifra de instalaciones que gestiona por todo el país.
Un ejemplo de estas comunidades es el reciente acuerdo que ha llevado a cabo Repsol con los Colegios Lasalle. Ambas instituciones se han aliado para desarrollar un total de 29 comunidades solares en otros tantos centros situados en nueve comunidades autónomas de la institución educativa. Más de 3.600 hogares aledaños a estos colegios se podrán beneficiar de este innovador modelo de autoconsumo colectivo, que la compañía multienergética instalará en escuelas situadas en Andalucía, Castilla y León, Cantabria, Galicia, Asturias, Comunidad de Madrid, Canarias, Castilla-La Mancha y Extremadura.
Otras ubicaciones de comunidades solares de Repsol son mercados, como el de abastos de Santiesteban del Puerto (Jaén), o centros de salud, como en Navas de San Juan y Aldeahermosa, también situados en esta provincia.
Trabas administrativas
Si bien se constata que el año concluido ha sido el mejor de la historia para España en lo que se refiere al autoconsumo, con un crecimiento desbordado, continúan existiendo carencias que retrasan la puesta en marcha de las instalaciones.
Los grandes actores del sector del autoconsumo insisten en la importancia del acceso y conexión, que impide a veces llevar a cabo proyectos que se realizarían, además de lo relevante que es poder verter el excedente de energía a la red para no desperdiciar una parte de lo que se produce.
Estos aseguraron además durante el I Foro Empresarial "La eclosión del autoconsumo", organizado por elEconomista.es, que los plazos hasta poder legalizar las instalaciones, obtener el punto de conexión y la aprobación, aceptación y revisión por parte de las distribuidoras de las configuraciones para su puesta en marcha sufren retrasos que van desde los seis hasta los doce meses.
Por otro lado y a pesar de los buenos datos que presentó la Unión Española Fotovoltaica hace unas semanas (UNEF) respecto al rápido crecimiento del autoconsumo, también se pone en manifiesto la necesidad que lleva teniendo y todavía tiene el sector de la energía solar fotovoltaica en España de formar, captar y retener profesionales para que esta tendencia de crecimiento pueda sostenerse en el tiempo y posicione a España como la mayor potencia en este tipo de tecnología.