
Iberdrola ha contratado a Deutsche Bank para poner en el mercado una cartera de 2.400 MW en España. La operación, valorada en unos 700 millones de euros, supondría tal y como ha podido saber este diario, la venta de la central de ciclo combinado de Arcos de la Frontera (1.600 MW) así como una cartera de 300 MW eólicos en operación y 500 MW de proyectos fotovoltaicos.
La operación, adelantada ayer por Reuters, se une al proceso de venta que mantiene también la compañía de participaciones en los parques eólicos marinos o la intención de incorporar un socio a su negocio de renovables en Estados Unidos.
La compañía está considerando la posibilidad de desprenderse de una parte de su filial Avangrid Renewables que le permita financiar su crecimiento y reducir su nivel de deuda.
Según el plan estratégico de la empresa, la eléctrica aspira a invertir 4.300 millones de euros en renovables en el país, una cifra cercana a lo que podría conseguir la empresa por la venta de una participación minoritaria de este negocio que es ya el tercer mayor operador de renovables en EEUU y el líder en desarrollo de energía eólica marina.
La compañía cuenta con 8.309 MW en operación repartidos en 20 estados y supondría otro paso más en los planes de desinversión de la compañía que arrancaron el pasado año con la venta de una pequeña red privada en Reino Unido y han continuado posteriormente con una cartera de proyectos renovables en España a Norges. La compañía prevé realizar estas ventas para acelerar la instalación de renovables y reforzar su crecimiento.
Mayor autoconsumo
Por otro lado, Sabic e Iberdrola han solicitado licencia al Ayuntamiento de Cartagena para la instalación de una planta fotovoltaica de autoconsumo en las instalaciones de La Aljorra que puede convertirse en la mayor del mundo, tal y como ya adelantó elEconomista.
La nueva instalación renovable tendrá una potencia instalada de 100 megavatios (MW), una línea de alta tensión de 132 kilowatios y estará integrada por 263.000 módulos solares. El acuerdo incluye la firma de un acuerdo de compraventa de energía renovable a largo plazo pionero, por el que la energética proveerá de electricidad verde, los próximos 25 años, a la planta industrial de la multinacional petroquímica.