
El presidente de Cox Energy, Enrique Riquelme, está dispuesto a darle una nueva vida a Abengoa. El directivo de la compañía de renovables explicó en una entrevista con elEconomista.es que "Abengoa tiene que aprender de los errores del pasado para que vuelva a ser lo que fue".
Para lograrlo, Riquelme ha presentado al juez una oferta basada en tres pilares que permitirán devolver la liquidez y la confianza a la banca con el objetivo de poder lograr nuevos avales que les permitan acudir a nuevas contrataciones.
Según explica el directivo, la propuesta de Cox aportará contratos vinculantes de EPC valorados en 3.200 millones durante los próximos tres años para dotar de cartera de trabajo a la compañía. Esta carta de trabajo supondrá darle un margen bruto del 8%, lo que en la práctica significa darle toda la cartera de desarrollos en la que está trabajando ahora mismo la energética.
La segunda pata de la oferta se centrará en los servicios de operación y mantenimiento. Cox aspira a otorgarle a Abengoa contratos por 13-14 millones de euros anuales con la intención de llegar hasta los 65 millones. Las cifras que maneja la compañía es que esta actividad cuente con un margen bruto del 20% gracias a la firma de contratos por 40 años. La empresa además podrá seguir dando servicios de mantenimiento a otras empresas, como ya hacía con Atlántica Yield.
La tercera parte de la propuesta por Abengoa se centrará en la fábrica de Utrera. El empresario quiere invertir 320 millones de euros para conseguir que la compañía puede convertirse también en fabricante de estructuras para los propios proyectos de energía así como para los de terceros, al tiempo que podrá reforzar el negocio de redes en el que también está presente su empresa.
La intención de Cox Energy, según explica Riquelme, es que si finalmente resulta adjudicatario de la compañía tendrá que afrontar una profunda reforma de su plan estratégico para incrementar la rotación de sus activos renovables.
Cox Energy cuenta en estos momentos con una cartera de 2.153 MW en Europa y de 2.272 MW en América Latina. La empresa de renovables pretendía rotar activos no estratégicos en Europa pero si resulta adjudicatario de Abengoa, este proceso se podría también extender a América Latina.
Riquelme asegura que "Abengoa tiene todas las sociedades bien ordenadas y sabemos que necesitará una inyección de capital express" en el momento en el que se produzca el desembarco. Para el empresario, "el equipo directivo con el que he tenido la ocasión de reunirme es muy bueno y contaré con ellos si resultamos los adjudicatarios".
La intención de Riquelme es mantener a los 9.505 empleados que tiene en estos momentos la compañía. "Nos interesan mucho las sinergias que se pueden lograr al integrar ambos equipos por la fuerte presencia de las dos empresas tanto en España como en Latinoamérica".
Sobre el negocio del agua por el que ha mostrado interés Acciona, el empresario se muestra dispuesto a mantenerlo como una vía de diversificación de la compañía en la que también tienen interés por sus desarrollos en el campo del hidrógeno.
Por el momento, el juzgado ha recibido ya cinco ofertas para hacerse con Abengoa. El administrador concursal, EY, tendrá que realizar un informe ahora en un plazo de diez días para determinar la empresa o empresas que pueden adjucarse la compañía.
Llegado este momento, el juez dará traslado a las partes del informe del administrador concursal y las empresas dispondrán de tres días más para poder mejorar sus ofertas por la compañía. A partir de ese momento, el juez tendrá que recibir el informe final para tomar una decisión sobre la operación.
El presidente de Cox indica que en estas semanas han mantenido todos los contactos necesarios para poder explicar su oferta.