
Existen varios factores que determinan el nivel de consumo energético que requieren los hogares para permanecer calientes durante los meses de más frío. Así, la localización geográfica, la orientación de la vivienda, su calidad constructiva, su nivel de aislamiento térmico o su equipamiento condicionan el gasto en calefacción.
Sin embargo, el coste de la factura del gas estará supeditado principalmente al uso que hagamos de los sistemas de calefacción. Según estima Plan de Educación Financiera, una iniciativa de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Banco de España y el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, un buen uso de estos puede suponer un ahorro de entre el 10 y el 40 %.
Por ello, desde el blog de la propia iniciativa conjunta, Finanzas Para Todos, ofrecen una serie de consejos prácticos mediante los cuales ahorrar en calefacción.
Por cada grado, 7 % más de gasto
A pesar de que la sensación de confort es un elemento subjetivo, y que cada persona se siente cómodo a una determinada temperatura, los especialistas consultados por la plataforma señalan que una temperatura entre los 19º C y los 21º C es suficiente para la mayoría de las personas. "Este dato es importante si tenemos en cuenta que por cada grado que aumentemos la temperatura se incrementa el consumo de energía aproximadamente en un 7 %", señala la plataforma. Para contrarrestar la sensación de frío que se pueda percibir, el uso de ropa de abrigo es fundamental.
Mientras, por la noche, se recomienda apagar la calefacción, aunque también se puede bajarla hasta los 15 o 17 grados "si su casa esta muy mal aislada y pierde mucho calor por la noche", apostillan también desde el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). "Como norma, apagar por la noche y encender un os minutos al levantarse, es mucho mas eficiente que dejarla encendida toda la noche", añaden. También se recomienda cerrar tanto las persianas como las cortinas, con el objetivo de evitar pérdidas de calor.
Otro consejo importante, y con el que se puede ahorrar entre un 8 y un 13 % de energía (según calcula el IDAE), es colocar válvulas termostáticas en radiadores o termostatos programables. En este sentido, recuerdan que cada zona de la vivienda requiere un ajuste de temperatura diferente, en función del uso que se vaya hacer de la habitación o su orientación. "Por ello, es importante ajustar cada una de ellas y personalizarlas para no derrochar energía", afirman.
Al despertar, un intervalo de 10 minutos es tiempo suficiente para abrir las ventanas y ventilar el hogar. Así dará tiempo a renovar el aire y a no perder la temperatura del interior.