Energía

España y Portugal piden un fondo para afrontar la crisis energética

  • Apoyarán la Unión Sanitaria y reforzar su cooperación en semiconductores

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su homólogo portugués, António Costa, reclamaron ayer la creación de un instrumento fiscal común europeo que sirva para la estabilización macroeconómica en épocas de crisis.

Esta propuesta aspira a convertirse en una respuesta al plan de 200.000 millones anunciado por Alemania para hacer frente a la crisis energética con ayudas a los consumidores y empresas.

A falta de este mecanismo permanente, ambos dirigentes reclamaron a Europa un mecanismo financiero común que sirva para afrontar el impacto de los altos precios de la energía en hogares y empresas.

Ambos gobiernos coinciden en la importancia de contar con normas comunes en la Unión Económica y Monetario y por eso consideran que la reducción de la deuda y el déficit deben ser el resultado de un diálogo estructurado entre la Comisión Europea y los Estados miembros.

Esta petición se produce pese a que ambos Gobiernos se aplaudieron por los resultados del llamado Mecanismo ibérico que limita el precio del gas utilizado para la producción de electricidad y que ha permitido reducir la inflación en estos últimos meses.

Sánchez y Costa agradecieron los esfuerzos de la Comisión Europea para poner en marcha la Plataforma conjunta de compra de gas o el intento de reforma estructural del funcionamiento del mercado interior de la electricidad y se comprometieron a impulsar la búsqueda de financiación europea para el Corredor de Energía Verde pactado el pasado 20 de octubre con Francia.

Ambos mandatarios darán la máxima prioridad a la finalización de la interconexión de gas renovable que unirá Celorico da Beira y Zamora, como vía clave para la interconexión del hidroducto con Francia.

En lo que respecta a electricidad se impulsará la conexión del Golfo de Vizcaya pero también la Minho-Galicia y se seguirá reforzando los lazos este-oeste.

Ambos gobiernos se proponen identificar las necesidades de almacenamiento en la península en el horizonte 2030 para desarrolla conjuntamente un marco regulador que fomente eficazmente las nuevas inversiones.

La Cumbre sirvió además para adoptar medidas como la creación de un mapa integrado de infraestructuras de recarga eléctrica de acceso público en la Península ibérica, el desarrolló de competencias en el campo de los semiconductores para hacer frente a una emergencia europea o el impulso a una Unión Sanitaria entre ambos países.

España y Portugal han apostado por la creación de un Centro Ibérico de Investigación y Almacenamiento energético en Cáceres y de una Zona Franca Tecnológica de energías renovables oceánicas en Viana do Castelo. Ambos países cooperarán también la interoperabilidad de los satélites con la creación de una constelación de satélites de observación de la Tierra (Constelación Atlántica).

España y Portugal han reforzado también la coordinación de los puntos clave de la futura presidencia española de la UE en la que esperan impulsar la relación con Latinoamérica.

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