
El Gobierno alemán fijará un tope al precio del gas para hogares y pequeñas y medianas empresas con un consumo inferior a 1,5 gigavatios hora (GWh) al año de 12 céntimos por kilovatio hora (kWh) por el 80% del consumo anual previsto y de 9,5 céntimos en el caso de la calefacción. Así, la coalición de socialdemócratas, verdes y liberales ha decidido intervenir los precios de la energía mediante rebajas que financiará con nueva deuda dentro del paquete de 200.000 millones de euros anunciado hace un mes.
Actualmente, los precios de los nuevos contratos de suministro de gas se sitúan en una media de 21 céntimos por kilovatio/hora. La comisión de expertos que asesora al gobierno estima que el freno al precio del gas para hogares y pymes requerirá una financiación de unos 33.000 millones de euros.
También en el caso de la electricidad habrá un tope de 40 céntimos por kilovatio/hora a partir de enero del próximo año para una cuota básica del 80% de la previsión de consumo anual para hogares y pymes.
Para financiar el freno al precio de la electricidad para hogares y pymes serán necesarios entre 23.000 y 33.000 millones de euros, según cálculos del Gobierno. Este tome también estará vigente hasta 2024.
Por otro lado, el Ejecutivo alemán ha dispuesto una "ayuda inmediata de emergencia" que consiste en pagar el 100% del recibo del próximo mes de diciembre a todos los consumidores. Solo esta medida, limitada a un mes, supone el desembolso de un total de 9.000 millones de euros. La ayuda no discrimina por renta ni por nivel de consumo, por lo que beneficia por igual a cualquier ciudadano alemán. El equipo de Scholz argumenta que una aplicación más específica retrasaría su puesta en marcha por la cantidad de burocracia que requeriría.
Protección a la industria
En lo que respecta a la industria, el tope del precio de la electricidad será de 13 céntimos por kilovatio/hora para el 70% del consumo del año anterior.
Los recursos necesarios para financiar el tope para la industria se sitúan en entre 30.000 y 36.000 millones de euros, según las estimaciones actuales.
El objetivo, señala el Gobierno del socialdemócrata Olaf Scholz, es "reducir sustancialmente sus costes energéticos con el fin de amortiguar los riesgos para el crecimiento y el empleo durante la crisis". A Alemania le preocupa que los elevados costes energéticos perjudiquen las cadenas de valor y que importantes industrias básicas se vean obligadas a producir en el extranjero.
En cuanto al tope al precio del gas, este se introducirá en enero del año que viene y hasta abril de 2024 y reducirá su coste a siete céntimos por kilovatio hora (neto) para una cuota básica del 70% del consumo histórico de las empresas. En este caso, la comisión de expertos estima la financiación necesaria en unos 21.000 millones de euros.
En total, el Gobierno alemán va a destinar más del 7% de su PIB para hacer frente a la crisis energética que no solo está azotando a su país, sino a toda Europa.