
Repsol y Engie han entrado en la puja para hacerse con los activos de renovables que maneja el mayor fondo de capital privado español: Asterion Industrial.
La entidad que dirige Jesús Olmos ha contratado al banco de inversión Green Hill para vender su participada Asterion Energies, tal y como ha indicado Reuters.
El fondo creó en mayo de 2019 esta filial de energía y desde entonces han ido trabajando discretamente para armar una cartera de proyectos renovables por 6.000 MW en España, Francia e Italia.
La intención del fondo era invertir del orden de 1.500 millones de euros para desarrollar entre 2.000 MW y 3.000 MW y aprovechar el resto de la cartera de proyectos para realizar ventas selectivas que les permitan seguir financiando su crecimiento.
La empresa vendió una cartera de 845 MW a Lightsource bp en la que la compañía se comprometía a llevarlos hasta la fase de ready to build. Ahora, la filial de la petrolera ha puesto también en circulación una cartera de proyectos de 1.250 MW.
Para llevar a cabo estos desarrollos, Asterion cuenta con alianzas con Four Winds, Iberia Solar y Prejeance Industrial, que le han permitido contar con 3.000 MW de proyectos fotovoltaicos -los más avanzados- y 3.000 MW de eólica.
La intención de Asterion Energies era tener operativos alrededor de 2.000 MW a mediados de 2023, entre los que estarían las plantas de Lightsource, además de contar también con algún ciclo combinado como forma de complementar la oferta al mercado de la compañía para poder lanzar a su vez su propia comercializadora de electricidad, que iría destinada incluso al cliente doméstico.
La situación del mercado, explican, ha obligado al fondo a lanzarse a desarrollar los proyectos directamente, ya que los precios de compra son ahora mismo muy elevados y las rentabilidades de estas en todas las fases del proyecto permiten retornos superiores.
La intención de Asterion Energies es estar en toda la cadena de valor de la energía renovable para emular el funcionamiento de una de sus participadas: Sorgenia.
Entre los candidatos a quedarse con estos activos está Engie, que sigue tratando de incrementar su cartera de renovables para los próximos años en España. La compañía ha llevado a cabo la compra de Eolia y ha participado en los últimos meses en varios procesos como Neolectra que se están llevando a cabo en España.
Repsol, por su parte, analiza esta operación que podría darle el tamaño de proyectos suficiente para alcanzar los objetivos de su plan de negocios. La petrolera, que tenía en el punto de mira los activos renovables de Naturgy, está viendo cómo las posibilidades de segregación de la compañía se alejan y ha decidido poner el foco en otros activos.