
Iberdrola, a través de su filial brasileña Neoenergia, ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno de Rio Grande do Sul para el desarrollo del hidrógeno verde y la eólica marina. La empresa está desarrollando estudios para desarrollar hasta 3 GW de capacidad, lo que supondría una inversión a precios actuales del orden de 7.500 millones de euros en el parque de Águas Claras que se distribuirá en cuatro centrales de 750 MW.
Asimismo, la eléctrica impulsa el Complejo Eólico Marítimo Jangada (Rio Grande do Norte), también con 3 GW de 750 MW, formado por los parques eólicos Jangada 1, 2, 3 y 4 y un tercero en Pernambuco con otros 3 GW. Cada central contará con 50 aerogeneradores, por lo que cada complejo eólico sumará 200 aerogeneradores, totalizándose 400 entre los dos proyectos y sumarían otros 15.000 millones de inversión.
El memorando firmado ahora tiene una validez de tres años y prevé la cooperación para la realización de estudios para promover tanto la eólica marina como el hidrógeno.
El Puerto de Río Grande, uno de los más importantes del país para el comercio internacional y sede de empresas de los sectores químico, petroquímico, minero y de fertilizantes, se convertiría en el centro de operaciones. Los proyectos pueden tener sinergias con la infraestructura portuaria tanto en la fase de instalación, al servir de zona de apoyo para la fabricación y el almacenamiento de materiales, como en la fase de explotación, al permitir el atraque de buques especiales.
La asociación está alineada con la estrategia de Neoenergia de ampliar su cartera de renovables. "Las tecnologías de generación de hidrógeno verde y de energía eólica marina pueden llevar a Brasil a la prominencia mundial en materia de energía limpia, que forma parte del ADN de Neoenergia. Buscamos contribuir con el sector eléctrico nacional en el desarrollo de estos nuevos modelos de generación y anticiparnos al mercado del futuro", asegura Eduardo Capelastegui, CEO de Neoenergia.
La iniciativa puede contribuir a la promoción de la energía eólica marina, fomentando el desarrollo socioeconómico y medioambiental, las infraestructuras y las cadenas de valor y suministro de la región y el país.
El Plan Nacional de Energía- PNE 2050, elaborado por la Empresa de Investigación Energética (EPE), señala que las regiones offshore representan la última frontera para el desarrollo de la energía eólica, con un aumento significativo de la exploración de la fuente. El potencial de la energía eólica marina en Brasil es de 1,2 TW, según un informe del Banco Mundial y, según EPE, de 700 GW en zonas de hasta 50 metros de profundidad.
La asociación también prevé la colaboración de Neoenergia y el Gobierno de Rio Grande do Sul en el desarrollo de un proyecto piloto para la producción de hidrógeno verde y el estudio de oportunidades. Este combustible es un vector estratégico para el segmento industrial y los sectores de difícil descarbonización, como el transporte urbano, marítimo y aéreo.