
Repsol ha logrado un resultado neto de 2.539 millones de euros en el primer semestre, un 105,6% más. La compañía que dirige Josu Jon Imaz aprovechará esta situación para aplicar una provisión de 1.844 millones por el previsible deterioro de la valoración de sus activos de refino por la prohibición del vehículo de combustión y la medidas impositivas que está preparando el Gobierno.
El resultado de este semestre, junto con los 2.499 millones de euros obtenidos en 2021, compensa parcialmente los ejercicios 2019 y 2020, que sumaron pérdidas por un valor superior a 7.100 millones de euros, derivadas de los ajustes de activos para ser cero emisiones netas y de la pandemia sanitaria global.
Repsol ha invertido alrededor de 1.000 millones de euros anuales en sus instalaciones de refino, mientras en Europa se reducía la capacidad de refino. Esto ha permitido aumentar y optimizar la utilización de estos activos para dar respuesta a las tensiones de oferta en el mercado internacional de combustibles provocadas por la guerra de Ucrania, además de contribuir al mantenimiento del empleo. Esta ventaja permitirá a España contar con garantía de suministro de gasolina, diésel y queroseno en los próximos meses, a diferencia, posiblemente, de otros países europeos.
Del mismo modo, la gestión del portafolio de activos de producción de crudo y gas, iniciada en una situación de precios muy bajos, posibilitó mejorar la rentabilidad en el nuevo ciclo de precios altos.
Aproximadamente la mitad del resultado neto, 1.206 millones de euros, corresponde a la valoración contable de los inventarios que la compañía almacena como reserva estratégica para España. Estos inventarios, que la compañía ha incrementado en el último trimestre, refuerzan la capacidad de Repsol para garantizar el suministro.
Las tensiones de precios han provocado un fuerte aumento de esta partida, que casi se triplicó respecto a los seis primeros meses del año anterior. Así, el crudo Brent subió su cotización en el periodo un 66% respecto a 2021, situándose en una media de 107,9 dólares por barril en el primer semestre. Por su parte, el gas Henry Hub llegó hasta los 6,1 dólares por MBtu de media, un 118% más que entre enero y junio de 2021.
La inestabilidad del entorno de negocio en Europa, sumada a la presión regulatoria por medidas contestadas por el sector -como la prohibición de la venta en la Unión Europea de coches con motor de combustión a partir del año 2035-, y su impacto en la rentabilidad y competitividad a largo plazo de las refinerías, ha llevado a Repsol a registrar provisiones por deterioro en el valor contable de estas instalaciones. Estas provisiones representan la mayor parte de los resultados específicos del semestre (1.844 millones de euros).
El resultado neto ajustado de los primeros seis meses del año se situó en 3.177 millones, de los que cerca del 56% provino del negocio internacional, cuyo principal exponente es el área de Exploración y Producción sobre la que la compañía sigue negociando la posible incorporación de un fondo.
Durante el semestre, la cesta de crudos de la compañía tuvo un comportamiento por encima de las cotizaciones internacionales de referencia, con una subida del 68,3%. Todo ello derivó en un resultado de 1.678 millones de euros para el área, que desarrolla toda su actividad fuera de España, más de la mitad del total obtenido por la compañía.
El contexto internacional tuvo una incidencia muy relevante en el área Industrial, que obtuvo un resultado de 1.393 millones. Repsol está apostando con fuerza por la transformación de este negocio, que en su actividad de refino tuvo un resultado neto negativo de 612 millones de durante 2020 y 2021. El indicador de margen de refino estuvo hundido durante todo el pasado ejercicio y parte del primer trimestre de 2022, afectado por la reducción de la demanda de carburantes.
Esta situación se revertió en el segundo trimestre de este año, en el que la oferta fue insuficiente para cubrir la demanda de gasóleos, gasolinas y queroseno de aviación, lo que empujó al alza los precios en todo el mundo por los problemas en el suministro derivados de la invasión de Ucrania. La volatilidad del entorno queda patente en la corrección del indicador de margen de refino en las últimas semanas, en las que se sitúa en niveles de un dígito, frente a los 15,5 dólares por barril de media en el semestre, o los 23,3 dólares por barril en el segundo trimestre.
Repsol continuará con su esfuerzo inversor en la Península Ibérica en los próximos años, donde destinará más del 40% de las inversiones totales previstas en su Plan Estratégico para el periodo 2021-2025 (19.300 millones de euros). Gracias a este desembolso y con el objetivo de ser cero emisiones netas en 2050, la petrolera está transformando su actividad, desarrollando proyectos innovadores en aspectos como la economía circular, los combustibles renovables, el hidrógeno, la captura y almacenamiento de CO2 o las energías renovables. Además de su apuesta por la inversión en España, la compañía ha aportado, en el ámbito fiscal, 5.324 millones de euros en el primer semestre de 2022.
En lo que respecta al área de Comercial y Renovables, la compañía ha registrado un resultado de 215 millones de euros en el semestre, situándolo por debajo del obtenido en 2021. Repsol ha puesto en marcha medidas para aliviar el esfuerzo económico de los consumidores, que en el caso de las estaciones de servicio implicaron significativos descuentos. Durante los primeros seis meses del año, estas ofertas permitieron un ahorro total de 150 millones de euros, asumido en exclusiva por la compañía, lo que influyó en que el negocio no tuviese beneficios en el segundo trimestre de 2022. Tras el cierre del semestre, los precios de la gasolina y el diésel llevan cuatro semanas consecutivas a la baja por el descenso de las cotizaciones en los mercados internacionales justo antes de la llegada de la Operación salida.
Del mismo modo, Repsol trató de paliar las consecuencias que el contexto de precios del mercado minorista de electricidad y gas está teniendo para sus 1,5 millones de clientes de este negocio, lo que contribuyó a que el área arrojase pérdidas. En cuanto al negocio de Renovables y Generación Baja en Carbono, la compañía aumento de su capacidad de generación.
En lo que se refiere a la deuda neta, cerró junio en 5.031 millones de euros, inferior en 869 millones al fin del anterior trimestre. Por su parte, la liquidez se situó en 9.380 millones de euros, suficiente para cubrir 3,9 veces los vencimientos de deuda a corto plazo.
Relevo en el Negocio de clientes
El Consejo de Administración de Repsol aprobó ayer relevantes cambios en el Comité Ejecutivo entre los que se incluye la salida de María Victoria Zingoni, responsable del negocio cliente que será sustituida por Valero Marín que asume esta área que engloba Movilidad, GLP, Lubricantes, Asfaltos y Especialidades, Electricidad y Gas Minorista, Soluciones Energéticas y Movilidad Eléctrica.
La hasta ahora responsable del área deja la compañía tras expresar su deseo de iniciar una nueva etapa profesional fuera de España.
Francisco Gea, hasta ahora Director de M&A (Fusiones y Adquisiciones) y anteriormente director de varias operaciones de Exploración y Producción (Upstream) de Repsol, pasa a liderar este negocio en sustitución de Tomás García Blanco, quien, por razones personales, será Adjunto al CEO para Proyectos Especiales.
João Costeira, Director Ejecutivo de Generación Baja en Carbono, se encargará de la gestión del negocio de Renovables y Generación Baja en Carbono, liderado hasta ahora por María Victoria Zingoni. El Director General de Transición Energética, Tecnología y Adjunto al CEO, Luis Cabra, incorpora Digitalización y Ciberseguridad a sus responsabilidades, y el Director General Económico-Financiero (CFO), Antonio Lorenzo, asume Servicios Globales y Compras.
El Consejo de Administración, en palabras de su Presidente, Antonio Brufau, ha agradecido la exitosa labor realizada por María Victoria Zingoni durante su dilatada trayectoria profesional en Repsol.