Energía

La Comisión Europea prepara medidas contra ciberataques en electricidad y gas

  • Impulsará medidas para aumentar la protección de los consumidores de gas
  • Avanzará en la central de compras de gas
  • Impedirá el alquiler de viviendas con baja calificación energética

La Comisión Europea ultima la segunda parte del paquete de medidas contra el cambio climático Fit for 55. El Ejecutivo comunitario decidirá este lunes los asuntos que finalmente se incluirán dentro de esta segunda batería de medidas que está previsto que se presenten el 14 de diciembre.

Según fuentes de la Comisión, dentro de este segundo paquete se incluirá la regulación para reducir las emisiones de metano, el impulso al hidrógeno así como una importante batería de medidas para impulsar la eficiencia energética en edificios.

La Comisión quiere darle un peso específico a los certificados de eficiencia energética. Para ello, la institución quiere que estos documentos puedan servir para impulsar las reformas de modo que un edificio o vivienda que tenga la calificación energética más baja no podrá salir al mercado de alquiler hasta que no se mejore.

Asimismo, la Comisión Europea se prepara para regular el hidrógeno con medidas similares a las del gas natural. En concreto obligará a separar las labores de distribución de la comercialización, el llamado unbundling.

La Comisión considera que la tecnología todavía no es capaz de electrificar algunos procesos productivos. Por ese motivo, incentivarán que el hidrógeno juegue un papel importante como sustituto del gas natural para el transporte o la aviación.

En el nuevo paquete se establecerá la regulación de las tarifas de hidrógeno para darles certidumbre. La Comisión aplicará un periodo transitorio hasta 2030 cuando se espera que entren en vigor las reglas definitivas y que este sector haya podido despegar con tranquilidad y sin una sobrerregulación.

El Ejecutivo comunitario facilitará la integración en el sistema gasista del hidrógeno y del biometano ( gas renovable) con descuentos en la tarifa al pasar de un estado a otro, para la utilización de las regasificadoras, para el almacenamiento de gas de modo que se logre una ventaja competitiva frente al gas natural.

La intención de la Comisión es reducir la cantidad de gas en el sistema de forma progresiva para que si una cooperativa produce biogás o biometano pueda acceder a la red con mejores condiciones.

La Comisión propondrá una tarificación más integrada para el gas. La intención es que se consuma el tipo de energía en función de su uso. Para ello hace falta que la planificación de los operadores esté coordinada para electricidad, gas e hidrógeno.

Y, por último, se traspondrán todos los artículos de protección al consumidor de electricidad en 2018 para el gas natural con obligaciones como contar con comparadores de precios, la posibilidad de cambiar de compañía en 24 horas y también para el hidrógeno, aunque la mayoría de estos consumidores serán industriales.

Se modifica el reglamento de seguridad de suministro de gas para adaptarlo a los gases renovables. Se incluirán artículos sobre ciberataques para el gas o el sector eléctrico. Y se reforzará la normativa sobre la solidaridad entre los estados miembros en casos de emergencia de suministro mediante un ajuste del consumo de los grandes industriales para abastecer a los consumidores vulnerables de otro estado. La Comisión lanza también un reglamento para identificar las fugas de metano en el sector eléctrico y se creará también un registro sobre el origen de los combustibles fósiles para saber si hay normativa de mitigación del metano.

La Comisión adoptará medidas sobre la compra conjunta del gas y los niveles de almacenamiento dando así respuesta a las propuestas de España. Por contra, el Ejecutivo comunitario rechaza tajantemente reformar el mercado mayorista de electricidad al considerar que es beneficioso para las renovables.

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