
Cepsa ha registrado unas pérdidas de 919 millones de euros en 2020 debido en gran parte a la caída del margen de refino y el efecto de los precios del petróleo que ha devaluado también su inventario. Pese a esto, la petrolera ha logrado cerrar el ejercicio con un ebitda positivo que alcanzó los 1.187 millones de euros. El buen comportamiento del negocio de Química, que logró un año récord con 357 millones, así como la buena marcha de la Comercialización, compensaron en parte la caída de la actividad de las áreas de Exploración y Producción y de Refino generada por la reducción de la demanda provocada por la COVID-19.
La compañía, que sigue preparando su plan estratégico, puso en marcha un plan de contingencia con un objetivo de 500 millones que ha logrado incrementar hasta los 527 millones de euros.
Cepsa invirtió el pasado ejercicio 652 millones de euros, fundamentalmente destinados a incrementar la eficiencia de sus instalaciones industriales.
A lo largo del 2020, la empresa mejoró su estructura de capital, reforzando su posición de liquidez y poniendo fin a los vencimientos de deuda, incluyendo dos emisiones de bonos de 500 millones cada una. En diciembre, la petrolera contaba con una liquidez total de 4.530 millones de euros, capaces de hacer frente a casi 5 años de vencimientos de deuda y con un ratio de deuda neta a ebitda de 2,7x.
Mubadala y Carlyle, los accionistas de la compañía, se han repartido un dividendo correspondientes al ejercicio 2020 de 166 millones de euros, lo que supone un descenso del 63% frente a la magnitud pagada el año anterior (377 millones).