Energía

"La tecnología del hidrógeno es más antigua que la polca. Tenemos que conseguir que sea rentable"

  • "No tiene sentido fomentar las calderas a gas natural en Madrid"
José Porras

José Porras, presidente de Remica, ha visto a lo largo de su carrera muchas transiciones energéticas y habla claro para denunciar los errores que aprecia en las decisiones políticas que se están adoptando. Porras, propietario de unas de las principales empresas de mantenimiento de calderas, pide que no se incentive el cambio a gas natural. En su opinión, es el momento de las renovables.

¿Cómo afecta a Remica la transición energética?

Cuando empecé a trabajar por los años 70 había carbón. Después llegaron los líquidos, el fuel pesado, el gasóleo y a finales de los 80 llegó el gas natural. La primera instalación que hicimos fue en 1989 detrás del Museo del Prado. A partir de ahí hemos hecho miles. Hoy por hoy ese mercado está muy maduro. Habrá cerca del 80% en Madrid, pero ahora el cambio que viene es más profundo. Ya no se trata de cambiar un combustible por otro, sino de cambiarlo por un no combustible, igual que está pasando en el mundo del automóvil. Creo que ahí es donde espero que crezcamos en el futuro de forma importante. Seguiremos con nuestros mantenimientos, con la comercialización de gas y electricidad y con la gestión energética, pero se tiene que producir más pronto que tarde esa transición hacia lo eléctrico porque sale muy bien para los usuarios. Las facturas se pueden reducir prácticamente a la mitad. Las inversiones se amortizan en muy pocos años. Hay que generar puestos de trabajo. Mejorar mucho la balanza de pagos. Se nos han caído los ingresos por turismo y cuando a uno se le caen los ingresos lo que aprende es que tenemos que gastar menos. En esto de la transición energética vamos tarde. Solo tienes que ver lo que se está haciendo en Europa e incluso en EEUU y allí ya se prohíbe el gas natural en algunos sitios. En países como Noruega u Holanda, que son productores de gas natural, ya prohíben la construcción o en la rehabilitación de edificios poner combustibles fósiles. Sin embargo, aquí seguimos promocionando el cambio a gas cuando no tenemos gas. Es una cosa curiosísima. Es como si fuéramos diez años por detrás.

¿Cómo debería hacerse?

Habría que modificar algunas tarifas. En el sector de la movilidad ya se está haciendo algo y no tiene sentido que por un sistema de calefacción eléctrico se pague mucho más de fijo que de energía cuando estamos hablando de sistemas interrumpibles. Podemos modular las horas en las que es más cara la electricidad y en las horas pico se pueden modular las máquinas de aerotermia para que consuman menos. Los edificios además acumulan calor. Se puede acumular energía de muchas formas y en agua caliente es muy fácil de hacer. En la calefacción también es relativamente sencillo. No es un problema económico, porque es rentable para los vecinos y se puede amortizar sin subvenciones en seis años en un momento en que se pueden conseguir créditos a diez años. No hay ni que hacer derramas. El vecino no tiene que poner dinero. Estas reformas se pueden pagar con los ahorros y además sobra dinero para pintar la escalera.

¿Cuál es el problema?

Pues no lo sé. No sé por qué no se hace. Ahora mismo sí lo sé. Las comunidades de vecinos no se celebran. De hecho se ha pedido una prórroga al Ministerio de Justicia para que se pueda estar los próximos seis meses sin hacer juntas de vecinos. Este tipo de inversiones en comunidades de propietarios están muy paradas.

¿Les afecta mucho la pandemia?

Ahora está todo muy parado. Nos está afectando mucho a los que trabajamos en el residencial, porque las comunidades de vecinos no hacen juntas. Si no hay juntas no se toman decisiones que se deberían estar tomando ya. Esto es dinero que sale del país todos los días y este retraso nos va a costar dinero.

¿Los administradores de fincas preguntan mucho?

Preguntan poco. Lo que se está fomentando desde las administraciones es transformar a gas. Hemos mandado comentarios al Madrid 360, porque no es correcto lo que han hecho: va orientado a cambiar a gas. El 98% de lo que se va a hacer va a ser gas. No tiene sentido. Una sala de calderas tiene una vida útil de 30 a 35 años, no es lógico que en 2020 se haga esto porque llegará hasta 2045 o 2050 cuando la transición energética debería estar hecha para 2030 en el sector de la edificación. Puede ser que en los aviones cueste más trabajo o el gran transporte. En la edificación es muy fácil de hacer. No tiene sentido que ahora se esté promocionando esto.

¿Cree que es una excusa el hidrógeno verde o el gas renovable?

Una de las líneas que tenemos nosotros en I+D con la Empresa Nacional del Hidrógeno en Puertollano, técnicamente está solucionado, económicamente no. Hoy en día el kilovatio del hidrógeno sale cinco veces más caro que el del gas natural. En España no hay ni una sola fábrica para generar hidrógeno líquido o para convertir ese hidrógeno verde en energía. No hemos apostado nada por eso. Hay una empresa nacional que tiene su laboratorio y sus cositas y poco más. Si esa tecnología no se apuesta por ella se va a ir muy despacio. Todavía es muy cara. Hay que tenerla presente. Las renovables, la fotovoltaica y la eólica están cuando están y los usuarios consumimos la energía cuando la necesitamos. Eso no se compadece bien. Hay que almacenar energía y los sistemas los conocemos con las baterías de ion litio y el hidrógeno verde, que es otra forma de almacenar energía, eso está inventado. Es más antiguo que la polca, pero tenemos que conseguir que sea rentable.

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