Energía

El Supremo avala dejar fuera del Plan Moves a los coches de GLP

  • Asegura que estos vehículos no contribuyen a la transición energética
  • Indica que el GLP ya cuenta con importantes apoyos fiscales

El Tribunal Supremo avala la decisión del Gobierno de dejar fuera del plan Moves a los vehículos de gas licuado al considerar que no contribuyen a los objetivos de descarbonización y recuerdan que esta tecnología ya tiene un importante apoyo fiscal.

La Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo considera, por lo tanto, ajustado a derecho el Real Decreto 72/2019 por el que se regulaba el programa de incentivos a la movilidad eficiente y sostenible.

Este plan excluía del régimen de ayudas a los turismos, autobuses o autocares y furgonetas o camiones ligeros propulsados por gas, y mantiene los incentivos para los vehículos pesados, y destaca que cuentan con un trato fiscal más favorable que sería superior a la ayuda que se le pudiera otorgar.

La Sala desestima el recurso presentado por la Asociación Española de Gas Licuado y concluye que la situación del mercado, con una equiparación de precios de los vehículos ligeros de GLP y Gas Natural con los de combustión tradicionales; así como la priorización de aquellas tecnologías que más contribuyen a la descarbonización y tienen más dificultades para su comercialización; y el mejor aprovechamiento de los recursos públicos, justifican suficientemente la medida adoptada.

La sentencia añade que los vehículos cuestionados y ahora excluidos cuenten con determinadas ventajas fiscales en la medida que se les reconoce un papel relevante en el período de transición hacia un parque de cero emisiones.

En este sentido, destaca el trato favorable que tiene el GLP a nivel fiscal respecto al resto de combustibles (gasolinas, gasóleo y eléctricos), así como las reformas normativas aprobadas para facilitar el uso del GLP en la automoción. En esta línea, aclara que el apoyo, a efectos de amortizar la adquisición del vehículo, es superior a la ayuda que se le pudiera otorgar en el marco del programa de ayudas.

La sentencia, con ponencia del magistrado Ángel Ramón Arozamena, explica que el GLP es un combustible fósil, el 60% proviene de yacimientos de gas natural o de petróleo y el otro 40% proviene del proceso de destilado de petróleo en refinería. En los primeros años, -asegura la Sala- el hecho de ser un excedente de las refinerías, fue el motivo por el que se incentivó su uso en automoción, con el fin de diversificar los combustibles utilizados en los vehículos. "El apoyo en los primeros años se instrumentalizó con ayudas a la transformación de los vehículos (económicas y normativas) así como con un tratamiento fiscal favorable, que aún se mantiene", subraya el tribunal.

La Sala recuerda que el impuesto a aplicar al GLP asciende a 128,67 euros/1000l, frente a 527,3 euros/1000l gasóleo y 653,58 euros/1000l gasolina.

"Hay que destacar que energéticamente requiere mayor consumo en unidades energéticas que el diésel y ligeramente mayor que la gasolina (del orden de 9,5 l/100KM), pero debido al trato fiscal favorable, el coste económico en combustible es competitivo (precio de venta de combustible entre un 15 y un 25% menos por kilómetro recorrido frente a la gasolina)".

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