
La agencia de calificación crediticia S&P Global Ratings alerta sobre la reaparición del déficit de tarifa eléctrico este año por la fuerte caída de la demanda de energía por las repercusiones económicas del coronavirus.
Para la agencia, los anteriores déficits tarifarios en España han pesado sobre el sector eléctrico y han penalizado en gran medida el rendimiento financiero de sus actores.
"Esta vez, debido al nuevo marco regulatorio, anticipamos que el déficit potencial será manejable y temporal para las empresas de servicios públicos y las renovables españolas, aunque las herramientas de ajuste siguen sin ser probadas", según explica el analista de crédito de S&P Global Ratings Gonzalo Cantabrana Fernández.
Para la agencia, la evaluación del marco regulatorio para las redes de transmisión y distribución de energía eléctrica en España sigue siendo fuerte y adecuada, además asume que el plan energético del país (PNIEC) no creará ningún nuevo déficit tarifario estructural.
En opinión de estos analistas, el déficit tarifario dependerá de la rapidez con la que la economía española se recupere durante el resto del año. El bloqueo nacional comenzó el 14 de marzo de 2020, y ha ido disminuyendo gradualmente en junio.
"Preliminarmente esperamos que el consumo de electricidad disminuya aproximadamente entre el 6% y el 8% este año, dependiendo de la velocidad de recuperación, que también determinará el consumo en 2021", dijo el Sr. Cantabrana Fernández.
Los déficits en las tarifas -déficit en los ingresos del sistema de electricidad- conducen a menores recaudaciones que las empresas necesitan financiar como con cualquier otro capital de trabajo, que generalmente se recuperan en uno o dos años. En otras palabras, tales déficits suelen generar una necesidad limitada y temporal de capital de explotación.
En España se produjo una gran acumulación de déficits tarifarios entre 2000 y 2013,que superó los 30.000 millones de euros, lo que debilitó la situación financiera de los agentes del mercado y dificultó las inversiones españolas en infraestructuras energéticas durante años. Antes de 2013, las empresas de servicios públicos absorbieron el déficit tarifario, pero después de 2013 todas las empresas que recibían liquidaciones del sistema eléctrico, incluidas las plantas de energía renovable que reciben subvenciones, tuvieron que financiarlo.
Con la reforma del mercado de la electricidad en 2013, el regulador trató de evitar esos déficits, proporcionar una mayor visibilidad y restablecer la confianza de los inversores. Desde 2014, no ha habido más déficit. En cambio, se ha acumulado un superávit de 1.000 a 1.100 millones de euros. Es más, el déficit tarifario anterior a 2013 ha disminuido gradualmente y fue de 16.600 millones de euros en 2019, una reducción que consideramos uno de los principales elementos que sustentan la sostenibilidad del sistema eléctrico español. Se espera que el déficit tarifario anterior a 2013 sea totalmente compensado para 2028.